28.11.11

Por qué Juan Manuel de Prada ataca a la ciencia

Juan Manuel de Prada a vuelto a aprovechar su púlpito del dominical XLSemanal para volver a arremeter contra la ciencia con su artículo Ciencia y fe. Como ya ha hecho en otras ocasiones, ha pergeñado un escrito sobrecargado de verborrea y florituras que deja perfectamente clara, por si todavía alguien no se había dado cuenta, su mentalidad retrógrada y ultraconservadora. Como es habitual es sus trabajos de opinión, está tan cargado de adornos literarios como falto de rigor y evidencias que demuestren lo que afirma, limitándose a verter un torrente de opiniones caducas y obsoletas que encajarían perfectamente en un discurso del siglo pasado. O del anterior. Por no hablar de las falacias y falsedades que manifiesta y que, en algunos momentos, podrían calificarse de escandalosas. Pero como ya digo, nada nuevo en boca de este señor, no es la primera vez ni probablemente será la última.

Por mi parte, este goteo de artículos me está sirviendo para ir dilucidando las razones por las que Juan Manuel de Prada rechaza la ciencia. No son más que opiniones, por supuesto, pero los indicios son tan evidentes que me he decidido a compartir mis conclusiones.

La primera razón (y la principal) es su rotunda ignorancia científica. De Prada no sabe nada de ciencia ni de los científicos y como buen ignorante profundo, teme y rechaza lo que desconoce. Es evidente que no se ha preocupado de investigar ni de aprender sobre ciencia, por eso se limita a soltar de vez en cuando alguna cita de algún pensador sobre el tema y poco más, como si eso diera más valor a sus aseveraciones.

La segunda razón es que se cree un superdotado literario. Su recargado, pedante y florido estilo, muy diferente a su lenguaje normal, nos muestra su ansia por demostrar su dominio del lenguaje, para el cual se considera excepcionalmente hábil. El problema surge cuando alguien con un ego tan desbordado se encuentra con la física, la química o las matemáticas, de las que no entiende ni un pimiento. Sólo tiene una opción: Demonizarlas. Están fuera de su alcance porque son malas, dañinas, odiosas.

Y la tercera razón es su fundamentalismo, es exacerbadamente religioso. Y la religión siempre ha tenido un enemigo claro, la ciencia. Porque a lo largo de su historia, ha sido la ciencia la que ha ido derribando uno a uno todos los mitos, leyendas y creencias sobre las que se ha construido la religión. Y lo seguirá haciendo. El fundamentalista desea imponer sus ideas apoyado en el supuesto valor que la religión le otorga, pero eso no funciona ante el pensamiento científico.

Por cierto, Juan Manuel de Prada, como suele ser habitual en la derecha más recalcitrante, es de los que destacan por su doble moral y falta de coherencia. Por ejemplo, ataca con saña al divorcio, asignándole casi la responsabilidad del apocalipsis. Pero él está divorciado y recientemente se ha casado con su copresentadora del programa de Intereconomía, once años menor que él. Seguramente atraído por su intelecto, claro.

En este vídeo lo cuentan:



Una pregunta para los responsables de XLSemanal: ¿qué se supone que aporta este personaje a su revista? Porque no encuentro nada, lo mire por donde lo mire...

9 comentarios:

Alberto dijo...

Creo que consiguió la nulidad matrimonial, que es el divorcio de los ricos con influencias.
Vamos, el divorcio de los hipócritas que lo niegan para los demás y lo quieren para ellos.

Anónimo dijo...

Lágrimas en la lluvia es un buen programa. Ponen cine clásico los domingos por la tarde.

Anónimo dijo...

La tía está como un queso. Tanto preocuparte tú por la comida sana y por no engordar, y mira a éste como le va.

Centinel dijo...

Ya, pero se morirá joven...

Anónimo dijo...

Que tú y yo lo veamos

Anónimo dijo...

A mi no deja de sorprenderme qué audiencia tiene una emisora tan casposa, rígida y rancia como Intereconomía. Si hasta el nombre suena aburrido.

¿Quién es el tío este, aparte de uno de esos típicos casos que escogen letras huyendo de las ciencias y los números?

Centinel dijo...

Sí, lo de Intereconomía es un caso de estudio. Pero no deja de mostrar que hay un sector significativo de gente en este país afín a lo que dicen. Por desgracia.

Juan Manuel de Prada es escritor, y eso si hay que reconocerle, sabe escribir. Te puede gustar o no (yo soy de los que no), pero es un profesional del medio. Ahora, cuando coquetea con otras especialidades, como la de tertuliano, comentarista o crítico de cine... zapatero (con perdón), a tus zapatos.

Betawriter dijo...

Qué bueno, no tenía ni idea.

Conocí a este señor por su columna en El Semanal y he de reconocer que sabe escribir, pero coincido totalmente contigo en dos cosas: su estilo es hiperrecargado y pedante, y su discurso es retrógrado, rozando lo vomitivo.

La jóven y guapa chavala con la que se ha juntado es una prueba más de lo que dice la biología evolutiva (pronto hablaré en el blog de un libro que me ha encantado) y de lo que todos sabemos por experiencia: los hombres buscan mujeres jóvenes y guapas y les preocupa poco el estatus de ellas; y las mujeres, en cambio, buscan hombres mayores que ellas y con estatus, y les importa bastante poco el físico, aunque el buen sexo no lo buscan precisamente con su pareja...

Relacionado con tu libro, y espero no hacerte perder ventas, pero si es para ligar, es mucho mejor invertir en ganar estatus que en tener un buen físico :)

Saludos.

Centinel dijo...

Tienes toda la razón Betawriter, así es. Pero cuidado, que muchas te echarán los perros si les dice eso.
Lo de invertir en estatus es buena idea, pero en mi caso es todavía más difícil de conseguir que lo otro, que ya es decir ;-)