8.5.07

El Cosmos, Sagan y la Pantoja

Acabo de finalizar la lectura de Un punto azul pálido, uno de los últimos libros de Carl Sagan, que podría resumirse como una especie de apéndice de la famosa serie Cosmos, con datos y fotografías del espacio y sobre todo a mí me ha parecido una guía de viajes por los mundos de nuestro sistema solar: Lunas, planetas y asteroides.

Textos emocionantes y apasionados, como siempre fueron las palabras de Sagan cuando hablaba del espacio, adornados con fotografías bellísimas y espectaculares, obtenidas con telescopios y, especialmente, con las naves que se han lanzado desde nuestro planeta para analizar esos puntitos brillantes que vemos en el cielo por las noches (por cierto ¿por qué nos parecen tan bellas las fotografías del espacio? ¿qué gen o aspecto evolutivo puede habernos programado para ello?).

Me ha gustado volver a leer sobre nuestro sistema solar, por el que ya nadie parecía interesarse después de haberse descartado casi definitivamente la posibilidad de encontrar vida en el mismo. Pues bien, las sondas enviadas hace ya bastantes años (Voyager, Viking, Mariner, Cassini), en un alarde de puntería y de tecnología fotográfica, nos trajeron imágenes de astros todos muy diferentes, cada uno con sus específicas características químicas y geológicas, y muy singulares. Sin vida, pero todavía con muchos misterios por resolver. El libro pasa por las diversas y coloridas lunas de Saturno, el extraño Urano y sus peculiares satélites, el vibrante Tritón, luna del oscuro Neptuno, el asfixiante Venus y también realiza un recorrido detallado por Marte, con gran profusión de fotografías de las misiones, Viking 1 y 2 y Mariner 9.

Abro sub-comentario: Que pena que Sagan no pueda ya contarnos el alucinante paseo de 3 años y más de 10 kilómetros que se están pegando el Opportunity y el Spirit por Marte, los dos todo-terreno que la NASA envió en 2004 y que están obteniendo las imágenes más detalladas y cercanas de ese planeta que jamás hubiéramos podido imaginar, seguro que le sacaría chispas. Es sorprendente que se lanzaron con una previsión de funcionamiento de sólo unos meses y 600 metros de recorrido.

¡Si es que las fotos son alucinantes!... por ejemplo: ¿Te parece que esta foto es del suelo de otro planeta o está sacada en un desierto de al lado de tu pueblo? (Pincha para ampliar). Las rodaduras no están hechas por tu primo Remigio haciendo el macarra con la moto, son las huellas de la nave que llego allí tras recorrer casi 100 millones de kilómetros y caer desde el espacio a toda leche y en paracaídas. Si te defiendes un poquito con el inglés, no dejes de pasarte de vez en cuando por el sitio web que tiene la NASA para esta gran aventura, tiene hasta vídeos de pequeños remolinos de aire grabados en la superficie marciana. Cierro sub-comentario.

Vuelvo al libro: El astrónomo también habla de apasionantes proyectos de investigación sobre la búsqueda de vida inteligente extraterrestre, la colonización de otros mundos y los viajes futuros por el espacio, todos esos temas que te hipnotizarán si eres de los que le gusta mirar hacia arriba las noches claras y despejadas y reflexionar sobre lo poca cosa que somos en la inmensidad del espacio. Si te gustó Cosmos, no puedes perderte Un punto azul pálido, te encantará.

Lo del título del post ya sé que parece que no viene a cuento, pero es que no me entra en la cabeza cómo a la mayoría de gente puede parecerle más interesante los dimes y diretes de la Pantoja, el pelo de Beckham, o quién va a Eurovisión. Así nos va...

2 comentarios:

Germán Gómez dijo...

Recuerdo la serie Cosmos con devoción. La vi las dos veces que se emitió, la segunda con un Carl Sagan más canoso pero con la misma mirada.
Recuerdo también la relación entre probabilidad de la existencia de vida inteligente la capacidad de los seres inteligentes de autodestruirse.
Gracias por el recuerdo.

Centinel dijo...

No sé si Sagan fue un gran astrofísico, lo que sin duda era un excelente divulgador y "comercial" de la ciencia, gracias a él se vivieron unos años estupendos en este campo.

Esa relación que comentas está formalizada en la ecuación de Drake, la que pretende definir la probabilidad de existencia de vida en un planeta.

Hay interesante información al respecto en la web del SETI, el instituto de búsqueda de vida extraterrestre, en el área de "Carl Sagan Center":
http://www.seti.org/site/pp.asp?
c=ktJ2J9MMIsE&b=178919
(ponerlo todo seguido en el navegador)