La física teórica ya es categórica con el tema, las radiaciones de móviles no tienen energía suficiente para producir mutaciones, pero vuelve a confirmarse que, en la práctica, usar el teléfono no es malo para la cabeza. Perdón, para los tumores de cabeza, quería decir.
Ahora los inútiles bloqueadores de radiaciones tendrán que conformarse con el resto de sus argumentos habituales, mucho menos atemorizantes: Dolores de cabeza, estrés, alergias..., que tampoco tienen ninguna relación con las radiaciones, aunque igual sí con el uso del móvil, ya me entendéis.
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