15.10.20

Covid-19 y riesgo de contagio (5): Propuesta para el uso de mascarillas basada en la evidencia

Las autoridades sanitarias creen que ya hay bastante evidencia para pensar que el SARSCov2 se transmite a través de las gotículas y aerosoles que expulsamos al toser, estornudar, hablar e incluso al respirar (OMSCDC). Por otro lado, como se explica en este artículo de Erin Bromage, los expertos creen que la infección de este tipo de virus depende de que se introduzca en nuestro organismo una cantidad significativa del mismo. Aunque lo cierto es que no se sabe qué cantidad (además posiblemente dependerá de factores  como la susceptibilidad del receptor y periodo infectivo del emisor). Sobre lo que sí hay bastante consenso es sobre los factores del entorno que aumentan la probabilidad de llegar a dicha cantidad mínima: 

  • Entorno cerrado y sin ventilar
  • Mucha gente.
  • Contacto físico.
  • Tiempo.
  • Hablar, gritar, cantar, respirar intensamente.

Como expliqué en este post y este otro, todos estos factores están relacionados con dos efectos: una mayor expulsión de partículas (al hablar, gritar, cantar o respirar muy fuerte) y un contexto que facilita una inhalación continuada y repetida de aerosoles o gotículas en suspensión (falta de ventilación, tiempo largo, cercanía...). Ninguno de ellos es totalmente imprescindible para que se produzca un contagio, cuantos más factores estén presenten y de forma más "aguda" (menos ventilación, más tiempo, más gente, menos distanciamiento, más habla), más probabilidades habrá de que se llegue a dicha cantidad mínima para que se produzca la infección.

En base a estos criterios, hace unas semanas se publicó en BMJ el trabajo "Two meters or one: what is the evidence for physical distancing in Covid-19?" (2020), que incluía una matriz de riesgos de contagio en base a diversos factores, de la que hice una traducción-adaptación en este post anterior. Pues bien, en base a dicha matriz he diseñado la siguiente propuesta para formalizar unas recomendaciones para el uso de mascarilla en actividades grupales (cuando se interacciona con personas no convivientes), adaptables a cada situación y basadas en la evidencia (pinchar para agrandar):



Su uso es muy sencillo, basta con recopilar las características de la actividad en base a factores de expulsión de partículas (silencio, hablar, cantar...), tiempo de interacción con las personas (por encima de 15 minutos suele considerarse largo), factores de dispersión (exterior o interior y ventilación) y ocupación (alta si hay más de 10 personas o si la distancia entre personas es menor a 1,5-2 metros de forma continuada). En base a esta evaluación, la actividad se posicionará en una casilla concreta, a la que le corresponde un riesgo (bajo, medio, alto) y una recomendación del uso de mascarilla (innecesaria, recomendada u obligatoria).

Insisto en que es solo una propuesta. Que nadie piense que es un gráfico sobre lo que dicen las normas, porque no es así. Lo cierto es que las normas actuales en España son mucho más genéricas y a veces bastante contradictorias. Por ejemplo, se exige llevar mascarilla al andar solo por la calle, pero no en el trabajo ni en las terrazas o mesas de bares y restaurantes, donde se interacciona hablando con numerosas personas, con frecuencia en interior y con mala ventilación. 

Además, quisiera puntualizar que tengo mis dudas respecto a la casilla número 13. No conozco casos documentados de contagio en exteriores, con baja ocupación y tiempo de contacto breve, entre personas que griten o canten. Así que en esas circunstancias quizás podría hablar de riesgo bajo (verde) y no ser necesaria la mascarilla. Aunque, que quede claro, los autores de la propuesta original lo evaluaron como aparece en la figura.

Esta propuesta puede ser especialmente útil, por ejemplo, para los responsables de prevención de las empresas. En lugar de guiarse por el "no es obligatorio llevar mascarilla en el trabajo" o por directrices muy genéricas, podrían utilizar este modelo. 

También debe quedar claro que la mascarilla no es la panacea. Utilizarla no previene el contagio al 100%, simplemente reduce en cierta medida el riesgo, como se puede apreciar comparando la parte superior e inferior de la matriz de riesgos original. Posiblemente sea más importante reducir ese nivel de riesgo mejorando otros factores, sobre todo la ventilación y la ocupación. Además es posible que buena parte de las mascarillas que se utilizan tengan unas características de filtración bastante deficientes. 

Pero eso da para otro post...

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