23.4.13

Cómo autopublicar y vender tus propios libros (I): Antes de ponerte a escribir


Aunque hace un tiempo escribí un breve post con alguna idea sobre la autopublicación de libros, durante este último año mi experiencia sobre el tema ha madurado bastante, tras haber vivido el proceso con tres obras diferentes. Así que creo que es momento de compartirlo y contaros todo lo que sé (y no sé) al respecto.

Como voy a intentar tratar aspectos diferentes, no solo los tecnológicos, el tema será extenso, así que voy a dividirlo en varios posts y en cada uno de ellos iré hablando de las cuestiones más habituales. Ojo, no voy a hablar de la literatura, para eso hay otros recursos en los que gente mucho más experta enseña a escribir mejor. Sobre todo voy a tratar, como el título del post indica, los temas relacionados con la publicación y venta, desde mi perspectiva y experiencia muy personal.

Así que vamos al turrón: En este primer artículo hablaré de los pasos previos a la creación del libro, es decir, el decidir sobre qué escribir.

Los escritores solemos tener bastante claro lo que nos apetece contar. Reflexiones, pensamientos, historias,... sabemos lo que queremos o podemos escribir. Pero tan importante como el qué, es el para quién. Seamos sinceros: Si deseamos publicar un libro es porque nos encanta que lean nuestros textos. Así que es necesario buscar un equilibro entre lo que queremos escribir y lo que el lector quiere leer. Debemos pensar en quién creemos que lo va a leer y por qué lo va a elegir. Y asegurarnos de que le daremos lo que pide. En mi opinión es un error querer escribir algo dirigido a todo el mundo. Por ejemplo, ¿crees que el pelotazo editorial Cincuenta sombras de Grey está dirigido a la generalidad? Ni mucho menos, su lector tipo es una mujer de mediana edad, precisamente el perfil de persona que más novela lee.

Si te das una vuelta por los listados de los libros más leídos (por ejemplo, por los más vendidos de Amazon Kindle o por sus diversas secciones) puedes obtener muchas ideas y apreciar cómo el mercado está claramente segmentado. Por ejemplo, las novelas con cierta orientación al género femenino y de mediana edad tiene mucho éxito y suelen posicionarse entre las obras más vendidas. Por otro lado, en el área de medicina los primeros puestos los suelen copar los libros sobre terapias alternativas y pseudociencias (con honrosas excepciones, ejem, ejem...).

Así que te recomiendo dedicar un tiempo a visitas las diferentes secciones y a situar dónde podría ir tu libro. Sabiendo que existen diferentes tipos de lectores, lo mejor es que intentes darle a tu segmento lo que pide.¿Qué compran tus potenciales lectores? ¿Por qué crees que lo hacen? ¿Eres capaz de darles lo que piden? ¿En qué sección se situaría tu libro? ¿Serás capaz de competir con el resto de libros de esa sección? Te recomiendo pensar sobre el tema y buscar tu nicho de mercado. La selva de la venta de libros es tan competitiva y tan enorme, que como escribas algo generalista lo más probable es que nadie se dé cuenta de que existes. Pero si consigues llegar a un grupo concreto de lectores y aportar algo que no les aporta nadie (o casi nadie), ahí tienes más probabilidades de encontrar un hueco. Si también te vendes bien, claro, pero de eso hablaremos más adelante.

Te voy a poner un par de ejemplos, con mis casos.

En el mundo de las dietas y la nutrición, el lector tipo mas abundante podríamos decir que tiene este perfil:
  • Busca un método para adelgazar unos kilos.
  • Que sea rápido y prometa resultados a corto plazo.
  • Que sea nuevo.
  • Que sea persuasivo y motivador, con testimonios y tal.
Cualquier oportunista puede escribir algo que cumpla estas premisas y es probable que venda. Pero este no es mi lector tipo. Para empezar, porque no soy nutricionista. Y también porque creo que si le doy lo que pide y me hace caso, lo único que conseguiré a largo plazo será empeorar su salud, y eso está en contra de mis principios.

En mi caso tengo otro grupo de potenciales lectores susceptibles de satisfacer con mis ideas: personas con cierto nivel de cultura, que les atrae mucho la nutrición y que buscan profundizar desde una perspectiva rigurosa y científica. Por ejemplo los propios dietistas-nutricionistas. O gente no tan experta que quiere saber lo que dice la ciencia sobre comer mejor. Y , lamentablemente, hay muy pocos libros en castellano con este enfoque.

Ciertamente, este es un colectivo mucho menor que el anterior, pero no importa. Las posibilidades son mucho mayores, la competencia es casi inexistente y además la temática me atrae más. Perfecto. Orientándome a este cliente, parí dos productos: Lo que dice la ciencia para adelgazar, dirigido a un público más generalista dentro de ese nicho, y Lo que dice al ciencia sobre dietas obesidad y salud, especialmente pensado para los más expertos y cercanos a la actividad sanitaria. Y parece que ambos libros han encontrado su hueco.

Vale ahora voy con el ejemplo malo,  "lo que no hay que hacer".

En el otro extremo, con mi tercer libro, "Al abrir los ojos", no seguí estas ideas y los pobres resultados de ventas lo han reflejado. Una publicación con dos sencillos relatos de fantasía-ciencia ficción con los que ofrecí al lector... sinceramente, nada en especial. Independientemente de que guste o no, este libro entraba a competir en una sección con mucho más movimiento y en la que no ha sido capaz de distinguirse del resto. No ofrece nada extraordinario o añadido al lector de este tipo de literatura, es uno más en el mejor de los casos. No tiene una temática diferente. Ni un estilo diferente. Ni un aspecto diferente. Ni un "subtema" diferente.Y está hundido en la parte más baja de las listas.

Seguramente te estarás preguntando: "Pero si yo lo que quiero es contar mi tema o mi historia, tengo unas ideas, ¿a qué viene pensar ahora en el posible lector?" Pues sí, querido amigo. Porque, ¿acaso no escribes para que te lean? Pues es importante que tengas en cuenta a tu posible lector desde el principio, así adaptarás tu obra más y mejor a sus posibles expectativas. Y aumentarás tus probabilidades de éxito. Antes de empezar a escribir, intenta responderte a estas preguntas: ¿Quién puede estar interesado en mi libro? Además del contenido, ¿qué matices me puede pedir ese tipo de lector y cómo se los puedo dar? ¿Puedo ofrecer algo diferente a lo que ofrecen los demás?

Bien, con estas sencillas directrices quizás puedas enfocar mejor tu creación. El siguiente paso es el más duro y complejo: escribir, escribir y escribir. Como ya he dicho, no me atrevo a aconsejar nada sobre este tema, así que lo dejo en tu mano. Sobre el proceso de creación del original solo hablaré de su extensión, formatos y tamaños recomendados, pero eso será en el próximo post. No te lo pierdas...

Otros posts de la serie "Cómo auto-publicar y vender tus propios libros":

1. Extensión y formatos (II)
2. Título, portada, descripción y otros trámites previos a la venta (III)
3. Vender en Amazon y Lulu.(IV)
5. Ideas de marketing y promoción (V)

4 comentarios:

Gerardo dijo...

Muchas gracias por esta serie de entradas, Centinel. Son muy útiles.

Por cierto, aquí uno que ha adquirido tus tres publicaciones. ;)

Quizás si en la descripción de tu libro de Ciencia Ficción especificases que es "Hard" (al menos así considero el primer relato), refinarías el objetivo.

Centinel dijo...

Gracias por estar siempre por ahí, Gerardo, y por tus comentarios y consejos,siempre acertados.
Un cordial saludo.

Gerardo dijo...

Gracias a ti, yo sí que estoy agradecido. Creo que algo muy gratificante de tu tarea de divulgación es que da resultados palpables, no es tan abstracta o difícil de cuantificar como otras.

Por cierto que la cosa sigue despacito. Aunque uno ya no le presta atención, sigo descubriendo cambios. Desde hace unos pocos meses, por ejemplo, vuelvo a verme las venas de los brazos. También pasé por el médico para un análisis y estoy sano como una lechuga.

Un saludo

Centinel dijo...

Me alegro de los cambios, efectivamente, ocurren así. Va pasando el tiempo y poco a poco el cuerpo se va "normalizando". Mi experiencia es la misma, la fase final es lenta, pero continuada. ¡Y leer los análisis suele dar mucho gustirrinin!