11.11.09

La monja de la gripe A y el escepticismo

Tras el post en el que comentaba que la hermana-doctora Teresa Forcades, popular por sus teorías sobre la gripe A, va a dar una charla en un entorno de vendedores de misterios, rápidamente han aparecido comentarios defendiéndola. Así que voy a dedicarle un par de posts, este primero centrado en el escepticismo o pensamiento crítico.

En primer lugar, que quede claro que en mi opinión, el escepticismo no es también cuestión de fe, como decía un comentarista anónimo. El escepticismo es justamente lo contrario a creer cosas por que sí, porque alguien nos lo diga o porque nos lo exija una creencia. Si no fuera por el escepticismo, la ciencia y el conocimiento seguirían dando tumbos, creyendo hoy algo porque lo ha dicho un científico o personaje influyente, construyendo ideas, teorías y conceptos a su alrededor, y desmontándolos en cuanto otro más influyente dijese otra cosa. El escepticismo no se dedica a negar algo por el hecho salirse de lo conocido, eso sería ser inmovilista, reaccionario o conservador. El escepticismo exige demostrar las hipótesis y afirmaciones con hechos y datos fiables. Y parte de principios demostrados una y otra vez, como el la navaja de Ocam, que afirma que en caso de empate, lo más probable es que la teoría más sencilla sea la válida. Y del sentido común, que nos debería empujar a descartar que un visionario de reputación y curriculum dudosos (no es el caso, que conste) tenga más fiabilidad que los miles de científicos de todo el planeta, rigurosamente formados en casi todas las especialidades y temas.

Hace casi 100 años teorías que rompieron muchísimos conceptos preestablecidos, tales como la física cuántica o la relatividad, generaron gran cantidad de debates, discusiones e intercambios entre los científicos. Pero los nuevos se abrieron paso entre el escepticismo a base de evidencias. Hoy en día, teorías bastante rompedoras como la física de cuerdas, están intentando encontrar su espacio, y están siendo refinadas continuamente y tomando solidez, gracias al escepticismo constructivo de muchos científicos.

Recomiendo encarecidamente leer este artículo de Carl Sagan, que con su maestría y sencillez habitual explica el escepticismo como nadie. Copio-pego un trozo, su principio, como gancho-muestra:

"¿Qué es el escepticismo? No es nada esotérico. Nos lo encontramos a diario. Cuando compramos un coche usado, si tenemos el mínimo de sensatez, emplearemos algunas habilidades escépticas residuales (las que nos haya dejado nuestra educación). Podrías decir: "Este tipo es de apariencia honesta. Aceptaré lo que me ofrezca." O podrías decir: "Bueno, he oído que de vez en cuando hay pequeños engaños relacionados con la venta de coches usados, quizá involuntarios por parte del vendedor", y luego hacer algo. Le das unas pataditas a los neumáticos, abres las puertas, miras debajo del capó. (Podrías valorar cómo anda el coche aunque no supieses lo que se supone que tendría que haber debajo del capó, o podrías traerte a un amigo aficionado a la mecánica.) Sabes que se requiere algo de escepticismo, y comprendes por qué. Es desagradable que tengas que estar en desacuerdo con el vendedor de coches usados, o que tengas que hacerle algunas preguntas a las que es reacio a contestar. Hay al menos un pequeño grado de confrontación personal relacionado con la compra de un coche usado y nadie afirma que sea especialmente agradable. Pero existe un buen motivo para ello, porque si no empleas un mínimo de escepticismo, si posees una credulidad absolutamente destrabada, probablemente tendrás que pagar un precio tarde o temprano. Entonces desearás haber hecho una pequeña inversión de escepticismo con anterioridad.

Ahora bien, esto no es algo en lo que tengas que emplear cuatro años de carrera para comprenderlo. Todo el mundo lo comprende. El problema es que los coches usados son una cosa, y los anuncios de televisión y los discursos de presidentes y líderes políticos son otra. Somos escépticos en algunas cosas, pero, desafortunadamente, no en otras..."

En el siguiente post analizaré las teorías de la hermana-doctora Teresa Forcades, la monja de la gripe A.

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1 comentario:

cosmofonio dijo...

Un artículo histórico del maestro Sagan. Deberían enseñarlo en las escuelas.