
Hay bastantes estudios que desechan la relación entre estos dos factores, pero uno reciente siembra ciertas dudas para el caso del virus de la gripe (del catarro no parece haber todavía nada), ya que encuentra cierta conexión entre las bajas temperaturas y el aumento de la capacidad de trasmisión de los virus. Para decirlo con palabras sencillas, parece ser que con frío la membrana lipídica que protege al virus está más sólida y cuando hace calor, esta membrana se ablanda. Cuando está más sólida el virus es más resistente al viaje entre cuerpo y cuerpo y entonces hay más probabilidad que llegue a infectar a alguien.
Para eso está la ciencia, para formular hipótesis y demostrarlas con hechos y datos concretos. Ya veremos qué dicen posteriores estudios. De cualquier forma, por ahora el remedio más eficaz para prevenir la gripe y el catarro no es abrigarse, sino evitar que alguien nos lo contagie. O la vacuna, claro.
1 comentario:
Qué interesante el tema, a ver si se va sabiendo algo más que nos saque de dudas...
Publicar un comentario