Los creyentes - en religiones-, suelen utilizar el argumento de que, sin religión, nos veríamos abocados a vivir en un mundo sin moral. Por ejemplo, la lógica que utilizan los cristianos es la siguiente:
Nuestra fe nos dice que si no eres bueno y amas al prójimo como a tí mismo, Dios te llevará al infierno, donde arderás durante toda la eternidad. Si eres ateo y no crees en Dios ni en el infierno, entonces puedes ser malo, malísimo, porque no crees que vayas a tener castigo alguno.
Este es el listado con los
veinte paises con menos violencia, según Visión de la Humanidad, un observatorio sobre la paz sostenible global:

1-Islandia
2-
Dinamarca3-
Noruega4-Nueva Zelanda
5-
Japón6-Irlanda
7-Portugal
8-
Finlandia9-Luxemburgo
10-Austria
11-
Canadá12-Suiza
13-
Suecia14-
Alemania15-
Bélgica16-
Eslovenia17-
República Checa18-
Hungria19-Chile
20-
EsloveniaHe marcado en negrita los que también están en el listado de los veinte países menos religiosos,
según el Doctor Phil Zuckerman de la universidad de Oregón, que ha creado este índice con todos los estudios realizados en el mundo. Creo que la conclusión es evidente:
De los 20 países que menos violencia tienen, 12 están entre los menos religiosos.
Sigamos buscando más evidencias:
Kiva es una reseñable iniciativa mediante la que puedes dar microcréditos a personas y proyectos concretos, con la promesa de su devolución en un plazo concreto. Son pequeños préstamos que para el que los da son muy poca cosa (suelen rondar los 20 euros), pero para los que los reciben, habitantes de los países menos desarrollados, pueden cambiarles la vida, ya que son suficientes para poner en marcha sus negocios o proyectos.
Para animar a la gente a hacer préstamos, han creado una
zona de comunidades, en la que te puedes unir con gente afín y así hacer préstamos agrupados para apoyar ideas concretas y dinamizar el sentimiento de equipo. Hay más de doscientos grupos de todo tipo y analizando los datos que aportan, vemos que el equipo que más ha donado es el de los cristianos (86.000 dólares a fecha de hoy). Esperable, ya que su religión se lo exige. Los segundos son el grupo de Barack Obama el aspirante a presidente de EEUU (propaganda, generosidad verdadera, quien sabe...). La sorpresa surge al ver el tercer grupo más generoso, con 64.600 dólares donados. Es el grupo de los no creyentes, áteos, agnósticos y humanistas.
He querido sacar todo esto a colación tras leer dos noticias recientes. La primera,
una declaración rabiosa, furibunda, maligna y llena de mala baba de los obispos, criticando el logro científico de hace unos días, mediante el que se ha salvado a un niño de estar enormemente enfermo durante toda su vida. El pecado de los médicos ha sido
seleccionar un embrión compatible con el niño e implantarlo en la madre, lo que permitirá dar a luz un hermano con una médula que sirva para curarle para siempre. Los obispos se limitan a hablar de
la destrucción de los no nacidos (se refieren a los embriones no compatibles y no seleccionados) y a llamar al futuro hermano
instrumental de utilidad técnica. Simplemente repugnante.
La segunda noticia, sobre unas declaraciones de Ratzinger
deplorando la arrogancia de los científicos, y afirmando que
pretenden ocupar el lugar de Dios. El Diario Vaticano
tampoco se ha mordido la lengua. Habla de arrogancia quien se cree el único representante directo de Dios ante todos los seres humanos. Y habla de sustituir a Dios su supuesto
brazo derecho, su
nº dos en La Tierra, quien es parte de una enorme estructura jerárquica en la que todos hablan en nombre de Dios y con más autoridad cuanto más arriba de la escala se encuentren. Que yo sepa, el vicepresidente es quien manda si no está el presidente, el subdirector cuando no está el director... y el papa cuando no está Dios, es decir, siempre. Entonces, ¿quién pretende realmente ocupar el lugar de Dios?
Señores obispos y demás buitres carroñeros: La ciencia está para eso, para mejorar la vida de las personas. Por mucho que a ustedes les moleste que obtenga logros (como siempre que alguien pone en duda sus dogmas fanáticos), lo seguirá haciendo. Y gracias no precisamente a Dios.