23.4.11

Imágenes para la Semana Santa

Cada vez me cansa más ver las tétricas procesiones de estos días, en las que grupos de creyentes extremistas se disfrazan para aterrorizar a los niños pequeños y, en algunos casos, hasta se fustigan en público para redimir sus pecados, o vaya usted a saber por qué otra cuestión freudiana. Hace tiempo, lo excepcional y extraño del espectáculo hasta me parecía que tenía su atractivo, pero cada año que pasa su trasfondo me huele a medieval y lejano a la razón. Por no hablar de los inconsolables lloros de los devotos que sufren por no ver pasear por las calles sus imágenes religiosas preferidas a causa de la lluvia. Devotos que, me temo, no lloran igual cuando presencian guerras, desastres y otras desgracias humanas, aunque tal vez sí cuando su equipo de fútbol pierde. Supongo que para ellos esta cruel precipitación meteorológica debe haber sido enviada por el demonio, porque si no, no se entiende tamaña falta de respeto. ¿Cómo es que Dios no puede controlar unas nubecillas de nada en este tan señalado día? En cambio, por otros lares, andan a la contra, los políticos instando a la ciudadanía a rezar para que llueva, pero ni por esas. Si es que esto no hay quien lo entienda...

A mí, estas imágenes que lloran sangre me sugieren cosas bastante poco amigables, pero como no suelo decir demasiados improperios en el blog, me reservo los epítetos. Unas imágenes que me emocionan en Semana Santa, y en navidad, y en carnavales, y cuando sea, son las de nuestro planeta ante la inmensidad del espacio. Como las que he encontrado en este enlace gracias a Menéame, sacadas desde la Estación Espacial Internacional:





3 comentarios:

Prin dijo...

No podría estar más de acuerdo. Gracias por dar un poco de cordura a una semana como esta.

Sexologo dijo...

http://miguelvivas24.blogspot.com/2011/04/el-negocio-del-miedo_22.html

Centinel dijo...

Gracias a tí, Prin, por pasarte por aquí. Sexólogo, aunque sólo la décima parte fuera cierto, es un artículo demoledor, que pone datos a lo que muchos imaginamos.