30.8.07

Antenas de telefonía e ignorancia radical

Ocurrió hace unos meses, y no pensaba hablar de ello porque bastantes medios ya lo comentaron. Pero el referéndum de Los Villares me ha empujado a contarlo.

Lo leí en Magonia, el Blog del periodista Luis Alfonso Gámez, y ocurrió en Bilbao (España). Hace casi un año unos vecinos del barrio de La Peña llegaron a un acuerdo con una compañía para poner una antena de telefonía. Hasta aquí sin problemas. Hasta que se corrió la voz y llegó la noticia a vecinos de los alrededores. Lo que pasó, lo cuenta detalladamente Gámez y lo recuerda uno de los vecinos:

"
Entonces, aparecieron panfletos en la parada de autobús diciendo que con la antena nos íbamos a financiar la instalación de ascensor". Era sólo el principio. Luego vinieron los insultos en la calle, las amenazas telefónicas y las pintadas en el portal. Ahora, frente al inmueble de las víctimas, se celebra todos los viernes una manifestación en la que participa un centenar de personas"

Como un amigo suyo estaba afectado por la situación, el periodista decidió organizar la conferencia "Antenas y salud: verdades y mentiras", invitando como ponentes a los científicos más relevantes de la zona: Félix Goñi, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad del País Vasco (UPV) y director de la Unidad de Biofísica de la UPV y el CSIC, y Joseba Zubia, catedrático de Comunicaciones Ópticas de la UPV.

Pero de poco sirvió para los que fueron con sus mentes cerradas e ideas preconcebidas. Algunos de los radicales anti-antena acudieron a la conferencia, mostrando su falta de argumentos, su mentalidad conspiranoica y su mala educación. Les daba igual lo que dijera la teoría científica y los estudios independientes. Les daba igual saber que su propio móvil emite más radiación que cualquier antena. O que veranear en la playa o respirar entre fumadores (por ejemplo, en un bar) son muchos más susceptibles de provocar cáncer. Les daba igual escuchar que el mayor peligro demostrado de una antena es que a alguien se le caiga en la cabeza. Como suele ocurrir, los más radicales lucieron dos cualidades que suelen ir de la mano: Ignorancia y violencia. Porque la falta de respeto y el insulto son también violencia.

Según un vecino de la zona "lo que pasa es que les fastidia que no hayan elegido su casa para poner la antena", en referencia a la cantidad económica con la que la empresa de comunicaciones compensa a la comunidad a cambio de la instalación. Y por mi parte, puestos en la balanza, me creo más ese argumento que Luis Alfonso Gámez, Félix Goñi y Joseba Zubía estén comprados por las multinacionales.

1 comentario:

Anónimo dijo...

pa' mear y no echar gota... xD

bueno, esa manifestación de comportamiento es de lo más normal y humana: es más fácil tener una excusa para la avaricia y comportarse de forma necia y envidiosa, que hablar abierta, sincera y honestamente sobre un tema que va contra los intereses personales.

lo dicho: todo por la pasta, sí a la revolución tecnológica (mientras no se beneficie el vecino mientras pueda beneficiarme yo) y viva la involución mental...