4.9.25

Terapia de Reprocesamiento del Dolor, más evidencias

En posts previos del blog he escrito sobre una posible terapia para el tratamiento del dolor crónico, denominada por sus autores "Pain Reprocessing Therapy-PRT" (Terapia de Reprocesamiento del Dolor). En el primer post conté mi experiencia personal sobre el tema. En el segundo hice una revisión de sus enfoques y de la evidencia existente por aquel entonces. Y en el tercero amplié la evidencia, explicando un nuevo estudio a largo plazo. 

Pero hace tan solo unos días se ha publicado otro estudio, bastante interesante. 

Y como la evidencia (a favor o en contra) irá aumentando, he decidido publicar un cuarto post, este que estás leyendo, en el que iré recopilando los nuevos estudios que se vayan publicando sobre esta terapia (sin olvidar los mencionados en los posts anteriores, 1 y 2).

Empiezo con el recién publicado, sobre la PRT para las migrañas:

Pain Reprocessing Therapy for migraine: A case series (2025)

Descripción: En este estudio de serie de casos se presenta la experiencia con la PRT aplicada a tres pacientes que sufrían dolor crónico en forma de migrañas intensas y prolongadas (además de otros dolores diversos), desde hace años y prácticamente a diario, que no se habían podido solucionar con tratamientos habituales (medicación). 

Resultados: En los tres casos al aplicar la PRT se redujo significativamente la frecuencia de las migrañas (aproximadamente a un ataque por semana) y su intensidad, así como el resto de dolores. Dados los buenos resultados percibidos, los pacientes decidieron abandonar otros tratamientos previos o planificados. En la siguiente tabla se resume toda la información previa y los resultados:


Valoración: Aunque los resultados son muy positivos y la investigación la ha realizado un equipo diferente al que creo la terapia, la relevancia de este estudio es baja, ya que su tipología (serie de casos) muy sensible a sesgos, realizado con muy pocas personas y plazo relativamente corto. 

15.8.25

Terapia de Reprocesamiento del Dolor y resultados a largo plazo, nuevos datos

Hace algo más de un año escribí un par de posts sobre dolor crónico. El primero, contando mi caso particular y mi experiencia (positiva) al tratarlo mediante una terapia bastante novedosa denominada "Terapia de Reprocesamiento del Dolor" (Pain Reprocessing Therapy - PRT en inglés). Y el segundo, haciendo un repaso de la evidencia científica existente sobre dicha terapia.

En aquellos artículos expliqué que, independientemente de mi caso particular, la evidencia sobre la PRT era muy escasa, ya que se basaba sobre todo en el ensayo "Effect of Pain Reprocessing Therapy vs Placebo and Usual Care for Patients With Chronic Back Pain" (2021), una investigación que se publicó en la revista científica JAMA Psychiatry sobre personas que sufrían dolor crónico de espalda. Aunque la intervención parecía bastante rigurosa y obtenía resultados muy favorables, no dejaba de ser un único estudio, con diversas limitaciones y enmarcado en un periodo de tiempo medio (un año).

Desde entonces he estado vigilante, a la espera de más investigaciones sobre esta terapia o alguna similar. Y hace tan solo unos días se ha publicado un nuevo artículo relacionado. Se trata de "Pain Reprocessing Therapy vs Placebo and Usual Care for PatientsWith Chronic Back Pain: 5-Year Follow-Up of a Randomized Clinical Trial" (2025), publicado en forma de "Research letter" en la misma revista que el anterior y firmado por los mismos investigadores. En este trabajo obtienen y analizan nuevos datos de aquella intervención, tras cinco años de su inicio. El objetivo, obviamente, era conocer los efectos a largo plazo de la PRT.

Esto es lo que concluyen los autores:

30.11.24

Otro ejemplo de desinformación sobre la vacuna contra el virus del papiloma humano

Hace un tiempo describí tres ejemplos de desinformación antivacunas, todos ellos en torno a las vacunas COVID, ya que eran las vacunas de las que más se hablaba en aquella época. Aunque últimamente el interés por todo lo relacionado con las vacunas COVID se ha reducido notablemente, los antivacunas siguen estando muy activos, difundiendo todo tipo de desinformación dirigida a destruir la confianza en las vacunas. Y, viendo los nombramientos que está haciendo Trump, me temo que esta actividad incluso va a aumentar.

Una de las "víctimas" habituales de los antivacunas suele ser la vacuna del virus de papiloma humano (VPH). Como ya mencioné en este extenso y detallado artículo sobre dicha vacuna, llevan una década haciendo afirmaciones alarmistas contra ella. Hace años alguien podía tomar en cierta consideración este tipo de comentarios, ya que no existían estudios de efectividad final a largo plazo (los estudios de efectividad final de una vacuna diseñada para prevenir el cáncer necesitan de muchos años, como expliqué también en el artículo). Pero los años pasan y los ataques continúan.

En España, lamentablemente, también hay personas de referencia en este sentido. Alguna con un perfil bastante contradictorio, porque al mismo tiempo que despotrica contra las vacunas, reconoce haber estado extremadamente grave al contraer COVID (12), algo que posiblemente podía haber evitado vacunándose. 

Un ataque bastante reciente se publicó hace unas semanas en X (antes Twitter), con el siguiente contenido:

Es solo un ejemplo, pero como me parece bastante representativo de la desinformación que se suele difundir, vamos a analizarlo.

En este caso se intenta rebatir un estudio sueco que concluye que tras la vacunación se ha reducido la mortalidad por cáncer de cérvix, con otro estudio que no detecta mejorías en la incidencia de esa enfermedad en Suecia. De hecho, durante el último periodo incluso detecta cierto aumento, como se aprecia en el gráfico. Y ese es el mensaje que se pretende transmitir, que la vacuna incluso podría haber sido contraproducente. 

¿Es así? Analicemos los datos.

27.11.24

¿Es el Ozempic lo peor? Comentarios al artículo de Enrique Aparicio


Tras leer el artículo publicado en Público y titulado "El odio a mi cuerpo fue mi Ozempic", firmado por Enrique Aparicio, en el que relata su experiencia con su sobrepeso y expone opiniones sobre el medicamento Ozempic, he decidido escribir este post para comentar algunas de sus reflexiones y para exponer algunas de las mías. Así que, obviamente, antes de leer este artículo conviene leer el de Enrique.

Para empezar debo decir que comparto muchas de las opiniones y emociones que Enrique expresa en su texto. Como expliqué en esta charla de hace unos años, hay evidencia sobrada de la existencia de gordofobia en nuestra sociedad. Una gordofobia generalizada, despiadada y tan normalizada que con frecuencia no somos conscientes de estar totalmente inmersos en ella, como víctimas y como victimarios. Por eso empatizo con los detalles que aporta sobre su experiencia particular, ya que el estigma que sufren las personas con sobrepeso es tan real como injusto. Y también coincido con él en que, con mucha frecuencia, la mayor motivación personal para la pérdida de peso no viene dada por el interés por la salud, sino por la importancia que damos a unas proporciones antropométricas concretas y por nuestro deseo de sentirnos atractivos y aceptados. 

Sin embargo, hay otra parte del artículo con la que discrepo. Me refiero a lo relacionado con el Ozempic (nombre comercial del medicamento que tiene como principio activo la semaglutida), uno de los agonistas GLP-1 que se han desarrollado y se están utilizando para tratar la diabetes tipo 2 y la obesidad. A la hora de valorarlo Enrique se decanta por posicionarse en el extremo más crítico y negativo. Y para justificarlo recurre a diversos argumentos que, en mi opinión, son muy discutibles.

14.11.24

Twitter (o X), ¿nos vamos o nos quedamos?

Después de que The Guardian y La Vanguardia hayan abandonado X (antes Twitter) y tras el nombramiento gubernamental de su dueño Elon Musk por parte de Trump, se ha reavivado el debate sobre el futuro de esta red social y sobre el camino a seguir por parte de sus usuarios. 

Personalmente llevo utilizando Twitter (paso de llamarla X) desde hace casi quince años; la he disfrutado mucho, muchísimo, he conocido mucha gente superinteresante y he llegado a tener una cantidad decente de seguidores (para ser un usuario particular y no profesional, que comparte contenidos sobre estudios científicos). Pero, viendo la situación actual, siento que ha llegado el momento de hacer una reflexión totalmente personal (y discutible) sobre el tema, que voy a compartir en este blog.

19.2.24

Tratamiento del dolor crónico, parte 2: Terapia de reprocesamiento del dolor y evidencia

Tras una primera parte relatando mi testimonio personal en un proceso de recuperación de dolor crónico, en esta segunda parte voy a centrarme en la terapia que probé. Se denomina Terapia de Reprocesamiento del Dolor (PRT), también la mencioné en el post anterior y creo que suscitó bastante curiosidad. Así que contaré en qué se basa, cómo se aplica y haré un pequeño repaso de la evidencia que existe (o no) respecto a este tipo de tratamientos.

Para empezar a conocer sus principios, voy a resumir (con mis palabras) las teorías en las que se fundamenta, extraídas del libro también ya citado, The Way Out (disponible en español en este enlace), escrito por el inventor de la terapia, Alan Gordon.

16.2.24

Tratamiento del dolor crónico, parte 1: relato de una recuperación

Tras haber dejado descansar el blog durante una larga temporada (pido disculpas, pero me han tenido ocupado otros proyectos personales), voy a intentar retomarlo poco a poco. Y para ello he decidido escribir un post que llevo rumiando largo tiempo; varios años, de hecho. No porque fuera especialmente complejo de escribir, sino porque era importante tener una perspectiva de largo plazo, como quedará explicitado a lo largo del post.

El caso es que durante las últimas semanas se han sumado varios acontecimientos que finalmente me han impulsado a escribir sobre el tema que se menciona en el título: el dolor crónico. Uno de ellos es este artículo sobre una iniciativa para el tratamiento del dolor "mediante educación y fisioterapia" que el Servicio Vasco de Salud está llevando a cabo:


Y otro ha sido esta reciente entrevista de Alex Fidalgo al neurólogo Arturo Goicoechea sobre el mismo tema:


Hace unos meses también se publicó este artículo en El País, entrevistando a la misma persona y hablando sobre la misma cuestión.

Pues lo dicho, voy a hablar del dolor crónico. Y en el primer post voy seguir un enfoque muy poco habitual en este blog, porque voy a centrarme en mi testimonio y en el proceso de recuperación que he vivido. 

Vamos allá:

23.11.21

Desinformación antivacunas, 3 ejemplos 3

La información sobre las vacunas que se está generando durante esta pandemia es tanta que a veces no es nada fácil separar el grano de la paja. Por ello en este post voy a contar tres casos de desinformación con los que me he topado recientemente y que pueden servir como ejemplo ilustrativo. 

Los he organizado por "nivel", del más básico al más sofisticado.

Allá van:

Trolls antivacunas

El primer ejemplo tuvo lugar en Twitter. Todo comenzó con este tuit que publiqué, incluyendo una tabla basada en datos oficiales de la efectividad de las vacunas en Israel:

17.8.21

El negocio y la industria de los antivacunas

Esta pandemia se ha convertido en un macabro festín para los antivacunas. Muchos estamos observando impotentes cómo difunden bulos y mentiras día tras día, sin descanso, lo que les está permitiendo captar nuevos seguidores por todo el mundo.

Como cuenta la periodista experta en movimientos antivacunas Tara Haelle en este artículo del New York Times,  desde hace años hay grupos muy organizados y que han convertido esta actividad en su trabajo y negocio. Son empresas con numeroso personal, que actúan de forma sistemática y planificada, utilizando eficazmente la tecnología para crear y difundir masivamente todo tipo de desinformación sobre las vacunas. Tienen equipos de personas buscando estudios dudosos y fraudulentos, sacando de contexto resultados e interpretándolos de forma interesada. Inventando historias, testimonios y bulos. Y diseminado todo ello con innumerables posts, artículos, videos y comunicados, a diario y en todo tipo de redes sociales, foros y grupos.  Generando dudas y desconfianza entre la población, lo que les permite captar seguidores. Y ganar mucho dinero, claro. No solo por los ingresos generados a partir de su intensa actividad en internet (por ejemplo mediante suscriptores, lo que aporta a algunos por encima del millón de dólares anuales), también a través de la creación de entidades de fines dudosos para las que buscan subvenciones y financiación. O montando  negocios de pseudoterapias y tratamientos alternativos que se promocionan criticando la medicina real y las vacunas. O involucrándose en litigios contra las farmacéuticas u otros agentes. Todo ello permite ingresar a algunas empresas de este tipo decenas de millones de dólares

En estudios como "The political economy of digital profiteering: communication resource mobilization by anti-vaccination actors" (2022) se pueden conocer detalles de toda esta actividad de monetización También los informes publicados por el Center for Countering Digital Hate (CCDH) aportan información sobre su modus-operandi. En el primero, "Pandemic profiteers: The business of anti-vaxx" se explica su estructura, cabecillas y mecanismos de financiación. En el segundo, "The Disinformation Dozen: Why platforms must act on twelve leading online anti-vaxxers" se hace hincapié en los protagonistas de toda esta industria, una docena de personas concretas, y se sugieren acciones para su neutralización vía internet y redes sociales.

12.7.21

¿Ser joven o estar sano protege de sufrir Covid-19 grave o mortal?

En la fase actual de la pandemia es relativamente fácil encontrar a gente que piensa que si eres relativamente joven y/o estás sano, los riesgos asociados a la Covid-19 son despreciables. Y que incluso no merece la pena vacunarse. 

En este post voy a comentar la evidencia que he encontrado sobre los efectos del Covid en personas jóvenes o sanas, para poder conocer hasta que punto este tipo de ideas son correctas y están basadas en datos.