¿Funciona el Método Gabriel? Mi experiencia tras un mes

Hace poco escribí un post sobre el método Gabriel , ya que cuando terminé de leer el libro me quedó un regusto extraño. Había encontrado cosas interesantes, coherentes y con sentido común, basándose en sugerencias y consejos, nunca en restricciones ni prohibiciones. Pero la presentación de la supuesta ciencia que había tras sus afirmaciones me pareció deficiente y sus coqueteos con las pseudociencias tampoco ayudaron. Además, todo sonaba demasiado fácil, asequible y fantasioso. Para que os hagáis una idea, este es el resumen del plan para los dos primeros meses:

Por no hablar de la enorme cantidad de publicidad cutre que se puede encontrar por internet: Blogs con unos pocos posts creados sólo con intereses comerciales, foros semivacíos, pseudowebs a medio hacer, los testimonios que presenta el propio Gabriel (pero no más) con fotos chungas y vídeos caseros... Para muestra, un botón:



Pero a pesar de todo, las propuestas sonaban sanas y saludables. Así que, aunque muy escéptico (más bien incrédulo), incluso casi con el objetivo de demostrar empíricamente que no funcionaba, decidí poner el método a prueba. Como se suele decir, no tenía nada que perder (tal vez unos pocos eurillos) pero quizás algo que ganar.

Pues bien, el mes ha pasado. La verdad es que ha sido una aplicación no muy rigurosa, porque algunas cosas he decidido no seguirlas a rajatabla, pero el propio método es bastante tolerante y promueve la flexibilidad. Así que toca contar lo que ha ocurrido y lo voy a hacer resumiendo lo que dice Gabriel para cada tema y posteriormente explicando lo que yo he hecho.

Nutrientes

• Lo que Gabriel dice: La industria alimentaria actual, que cultiva y fabrica con métodos intensivos, invasivos y químicos, da como resultado alimentos llenos de calorías pero escasos de nutrientes. Comemos de más porque el cuerpo necesita más nutrientes. No se trata de quitar ni restringir, hay que añadir. es añadir, en la medida de lo posible, alimentos ecológicos, sin tóxicos, y tomar suplementos de omega 3, probióticos y enzimas digestivas (estas dos últimas para reforzar la capaciad del cuerpo de absorber nutrientes). Comer comida nutritiva (que tenga omega 3, proteínas y sea "natural") siempre que se tenga hambre, para que el cuerpo no tenga que clamar por comida basura. 
• Lo que yo he hecho: He incluido algunos alimentos ecológicos en mi dieta (fruta, verdura, pollo, huevos, pan de trigo germinado, tomate frito), el resto siguen siendo los mismos. He tomado omega 3  y enzimas digestivas por las mañanas (la mitad de lo que él indica y ningún suplemento más). Uno o dos yogures artesanos al día. Más ensaladas. Cinco comidas, un desayuno copioso y variado a diario (obligado, porque no me entra a esas horas), comida y cena normales (de dos platos, que incluyen muy a menudo ensaladas muy espectaculares) y dos tentempiés (a media mañana y media tarde), también saludables (fruta, nueces, aceitunas, mini-bocadillos de jamón o pescado, etc.). Intento incluir siempre que puedo alimentos con omega 3 (pescado azul) y vegetales. Vamos, comiendo sin parar todo el día. Y si tengo algún evento o celebración, me he permitido el comer lo que haya con normalidad, sin problemas.

Hidratos de carbono

• Lo que Gabriel dice: En la medida de lo posible, minimizar los hidratos de alto índice glicémico, es decir, los procesados: Pan blanco, dulces, pastas, azúcar, etc. Sin problemas con el resto.
• Lo que yo he hecho: Poco nuevo, este tema me es familiar. Los he evitado, en la medida que he podido.

Agua

• Lo que Gabriel dice: La alimentación moderna es escasa en agua. Gran parte de las veces que creemos tener hambre. realmente tenemos sed. Beber mucha agua, y siempre un par de vasos al despertar, antes de cada comida y cada hora tras la cena.
• Lo que yo he hecho: Ya bebía mucha agua, y ahora más, siguiendo todos sus consejos, así que no paro de ir al baño. Creo que tiene razón, a menudo tengo sed y lo confundo con hambre.

Tóxicos:

• Lo que Gabriel dice: Ingerimos innumerables tóxicos, que hacen que nuestro cuerpo acumule grasa para retenerlos. Hay que eliminarlos evitando conservantes, colorantes, edulcorantes, aditivos, radiaciones (ejem), vacunas, (ejem-al-cuadrado), etc.
• Lo que yo he hecho: Como soy escéptico con esta parte y como tampoco sé muy bien qué hacer, no he hecho nada en especial, aunque supongo que al incluir alimentos ecológicos y menos procesados he reducido algo los tóxicos. 

Estrés y emociones

• Lo que Gabriel dice: El estrés emocional, las preocupaciones, las obsesiones, la ansiedad... todo ello pone el cuerpo en un estado de acumulación de energía y sensación de hambre continuos. Dedica medio libro a los detalles y a aportar métodos de visualización y meditación sencillos, dirigidos a  combatir estas situaciones.
• Lo que yo he hecho: Creo que esta parte está dirigida a gente con más sobrepeso que yo, para los que llega a ser un gran problema y les afecta profundamente. Por suerte, me sobran sólo unos pocos kilos y no tengo demasiados problemas de estrés emocional como los que describe, así que poco he hecho. A pesar de todo, he practicado uno de sus métodos, la visualización nocturna antes de dormir, escuchando el audio disponible en este enlace. También procuro estar todos los días un ratito al sol, y pasear al aire libre, que también lo recomienda.

Ejercicio

• Lo que Gabriel dice: No es obligatorio, pero si muy recomendable. No hay que hacer demasiado para no sobreentrenarse (2-3 días a la semana, 20 minutos, es suficiente) y debe incluir momentos de "estrés positivo", que simulen una huida o persecución, ya que ayudan a programar el cuerpo para que desee estar delgado. Olvidarse del consumo de calorías por hacer ejercicio.
• Lo que yo he hecho: Ya hacía 2-3 veces por semana bicicleta estática, una hora cada vez. He reducido a 45 minutos cada sesión, pero he añadido pequeños sprints de pocos segundos y muy intensos, cada 5-10 minutos.

Resultados

• Lo que Gabriel dice: Al aportar nutrientes, el propio cuerpo se irá autorregulando y te pedirá lo que necesita. Te pedirá cada vez más alimentos sanos y menos comida procesada, incluso te apetecerá hacer más ejercicio. Te sentirás mucho mejor, con más energía y sobre todo, mejorará mucho tu sensación de bienestar. A diferencia de otros métodos, el adelgazamiento tarda en llegar, las primeras semanas incluso puedes engordar. Luego cada vez se adelgaza más deprisa. Cada vez apetece comer menos y mejor, e incluso hacer más ejercicio. 
• Los que yo he notado, dividido en bloques de 10 días: Primeros diez días, prácticamente nada, todo igual. Ni adelgazo, ni siento nada. Durante los siguientes diez días, empiezo a notarme con mucha energía y vitalidad, casi hiperactivo y adelgazo moderadamente, calculo que serán como unos dos kilos. Me apetece mucho más estar activo, comer cosas sanas y hacer ejercicio, y la comida basura incluso me da un poco de repelús. Durante los últimos diez días, la vitalidad y energía se moderan, aunque siguen más altas de lo normal, pero no adelgazo más. Durante todo el mes mis ganas de comer no se han reducido nada, sigo jamando como un campeón.
• Y para terminar, me he hecho análisis, para ver si podría haber algún efecto por dentro. Y si lo hay (tampoco lo sé con precisión, por que no me hice otros análisis antes para poder comparar), es positivo. Tengo, como siempre, el colesterol malo (LDL) alto, pero también el bueno (HDL) es elevado, algo  saludable. Y los triglicéridos están más bajos que nunca (también bueno), así que el riesgo aterogénico es bajo.

Pues eso es lo que hay hasta la fecha. Ni bien, ni mal, sino todo lo contrario. Bueno, más bien algo bien, pero tampoco creo que deba ser demasiado entusiasta, no sea que todo se quede en nada. Para ser justos, Gabriel dice que su método necesita bastantes meses para funcionar como es debido, así que tengo que pensarme si voy a seguir. De momento no lo he dejado, porque mal no ha ido, pero las sombras siguen al acecho y sigo leyendo y buscando otras alternativas. Os iré informando durante los próximos meses, a ver qué pasa.  Si alguno/a se anima, que lo comparta con todos, así iremos conociendo más casos.

Actualización:
Varios meses después y con más experiencia y estudio sobre el Método Gabriel, he publicado otros tres artículos en los que no queda muy bien parado:

1. Los errores y falacias del Método Gabriel (1): Los alimentos ecológicos no tienen más nutrientes
2. Los errores y falacias del Método Gabriel (2): La falta de ezimas digestivas no nos hacer comer más.
3. Los errores y falacias del Método Gabriel (3): Los tóxicos no nos hacen acumular grasa.

Actualización final:

Tras pasar años leyendo y recopilando los últimos y más recientes estudios científicos relacionados con la obesidad y la alimentación, decidí abrir un blog sobre el tema, que ya acumula cientos de artículos sobre alimentación y salud. Puedes acceder al mismo desde este enlace.