Hace unos meses escribí este artículo explicando la problemática de la eficacia de las mascarillas reutilizables, en el que ilustraba la situación con un producto concreto, una mascarilla-rejilla transparente muy popular. En mi artículo analizaba sus características y, viendo los resultados, ponía en duda su capacidad de filtración y lo que decían sus certificados.
Meses después consumo ordenó su retirada tras comprobar que su eficacia de filtración era tan solo del 15%, muy por debajo del 90% que lo que se afirmaba en sus especificaciones.
Hoy me he enterado de que la misma empresa ha puesto en el mercado una nueva mascarilla transparente, denominada "Emotion". Y me he decidido a comprar una, ya que un producto de este tipo si es reutilizable, trasparente y de elevada respirabilidad es muy tentador. Siempre y cuando también proteja, claro.