13.9.12

Eliminar los piojos de las cabezas de los niños ¿misión imposible?

Se acaban las vacaciones, empieza el colegio y ¿cual es uno de los temas recurrentes y más populares entre los padres de los niños más pequeños? ¿El nuevo plan educativo? ¿El precio de los libros? ¿La competencia del profesorado? ¿La utilidad de las extraescolares? ¿La política de becas? Probablemente todos estos se ven superados por el tema estrella: Los piojos.

Hasta el nombre echa para atrás; repite conmigo en voz alta: PIO-JJJJO. Suena mal, ¿verdad? Da un poco de asco. Y es que desde nuestra más tierna infancia nos han transmitido una serie de máximas y prejuicios que conformaron nuestras ideas sobre estos parásitos. Suciedad. Falta de higiene. Segregación del apestado. ¡No acercarse, que se pegan!


Ya entonces, hace décadas, la dificultad de su eliminación era popular y cada vez que empezaban los colegios, empezaba también las campañas publicitarias de los pediculicidas, esos líquidos milagrosos que desplazaron al vinagre en su tratamiento. Los ciclos se repetían con tanta precisión que a menudo escuché la original conspiranoia que se creo entonces: que las farmaceúticas arrojaban piojos y liendres al inicio del curso desde helicópteros y avionetas para vender más productos. Atento, Iker, que puede ser un buen tema para un programa.

Han pasado los años, hemos mandado robots a marte, se está desarrollando la teoría de cuerdas para explicar el universo, pero ¿y los piojos? ¿Hemos acabado con esos molestos compañeros de nuestros hijos? Pues no. Para nada. Siguen apareciendo con la misma puntualidad y siguen causando cierto estigma entre los niños y también entre los propios padres, que intentan ocultar que sus hijos los padecen para que no sean tildados de apestados por sus profesores y amigos. Todo un drama social, oiga.

Pero ¿y la enorme cantidad de productos infalibles que venden en las farmacias? ¿Qué han hecho los científicos todos estos años?

Andaba yo también bastante perdido, así que he decidido darme una vuelta por Pubmed y leer un rato. Para los más inquietos, recomiendo estos artículos para ponerse al día:
Y este sería el pequeño resumen que yo haría tras su lectura:
  • Su prevalencia es muy alta en todo el mundo. En EEUU se calcula que entre 6 y 12 millones de norteamericanos sufren piojos cada año. Afecta  especialmente los niños, pero no existe estrato social o edad que se libre de ellos. 
  • La longitud del cabello y la frecuencia de peinado y lavado NO son factores que influyan en la infestación. 
  • Es menos común entre las personas de raza negra, porque la forma oval de su pelo es problemática para el piojo.
  • A veces provocan picor, debido a la reacción alérgica que puede producir su saliva en la piel, pero  con frecuencia es un mal asintomático.
  • Parece ser que los piojos han desarrollado una gran resistencia a los pediculicidas, especialmente los que contienen piretrinas y lindane. Parece que menos al malatión y los agentes oclusivos, pero los resultados son diversos y a veces contradictorios. 
  • Otras razones de su difícil tratamiento son la falta soluciones eficaces para eliminar totalmente los huevos (liendres), la falta de constancia, la mala aplicación y la facilidad de contagio entre los niños más pequeños (a causa de su frecuente contacto físico con las cabezas).
  • La peor consecuencia de la infestación no está relacionada con la salud, ya que los piojos no suelen crear problemas en este sentido. Es el coste social de los días perdidos de clase y de descenso de la productividad laboral de los padres. 
  • Hay que evitar las políticas que impiden a los niños con piojos estar en el colegio. Esa segregacón es exagerada e ineficaz. Es mucho más razonable avisar a sus padres, conminarles a que hagan el tratamiento el mismo día y dejarles volver a clase con normalidad.
  • Al aplicar el pediculicida es importante seguir rigurosamente las instrucciones del producto y repetir el proceso 7-10 días después. Reforzar todo el proceso utilizando a diario peines antipiojos, que ayudan a eliminar liendres y nuevos piojos que nazcan.
  • Puede haber liendres en almohadas, toallas, sábanas, alfombras, ropa, peines y en cualquier otro lugar que haya estado en contacto con la cabeza, así que habría que tener cuidado con todo ello y lavarlo con agua caliente por lo menos a 50ºC.
  • Me parece que los productos que se anuncian como eficaces para prevenir los piojos o repelerlos no tienen suficiente soporte científico. Yo no me gastaría mi dinero en ellos.
Visto lo visto, complicado está el tema, me parece que tendremos que convivir con estos desagradables vecinos durante bastantes años más. 
¿En qué estarán pensando los grandes cerebros de la medicina mundial? ¿Es acaso más relevante luchar contra el alzheimer o el SIDA? ¿Es que no ven que uno de sus propios hijos puede arrastrar un trauma para toda la vida si algún día es señalado en clase como "el de los piojos"?

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace algunos años también los padecimos en casa y tuve que hacer un máster en "piojología". Ninguno de todos los productos de farmacia que compramos funcionó. Lo único efectivo fue el aceite de coco (barato y de venta en herboristerías). Eso sí: dos aplicaciones (la segunda cuando eclosionen las liendres y los "piojitos" aún no estén maduros para procrear).

Centinel dijo...

Podría ser una opción. Según este estudio de 2002, parece que funciona:
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/12389342

Gerardo dijo...

Recuerdo que en mi clase, cuando existía la EGB todavía, a una niña de la cambiaron los padres de colegio porque le descubrieron piojos en un examen rutinario que nos hacían. Sí que hay estigma, sí. Una pena porque era la guapa de la clase.

Centinel dijo...

Tras publicar el artículo, varios amigos me han llamado aliviados, porque sus hijos tiene piojos y no encuentran forma de quitárselos. Al final acabaremos considerándolos mascotillas.

Patricia dijo...

Pues yo recuerdo una plaga de piojos en un campamento... a falta de otra cosa volvimos al tradicional vinagre. Vale, no es del todo eficaz, a alguno hubo que repetirle el refregado... pero es barato hasta el extremo y era muy divertido ver a todos los críos envinagrados.
Fue peor la plaga de garrapatas.
Encantos que tiene el campo.

Anónimo dijo...

Tengo piojos y una amiga me recomienda un "brebaje" (Isopropyl myristate, cyclomethicone) que me venden en la farmacia y que cuesta 20 euros (100 ml) , por lo tanto 200 euracos el litro ¿oro líquido?
Como no me funcione me van a oir!

Centinel dijo...

En este estudio dice que podría funcionar
http://www.biomedcentral.com/content/pdf/1471-5945-12-15.pdf

Natalia dijo...

No tengo hijos, y en mi experiencia como profesora de instituto jamás se me ha presentado un caso de éstos.
Pero si me retrotraigo a mi infancia, recuerdo que cuando iba al colegio, en época de vendimia sobre todo, siempre había algún compañero con piojos. No fallaba.
Afortunadamente, a mí no me tocó nunca cogerlos.

Anónimo dijo...
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Margarita dijo...
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Sebastian Roman dijo...

Como te dejaste hacer publicidad aca centinel, eh...