23.5.14

Cambios en la política de comentarios del blog

Imagina que eres nuevo en el barrio e invitas a los vecinos a tu casa, a conocerte y charlar un poco. Supón que uno de ellos nada más entrar y tras echar un vistazo alrededor, te insulta, falta el respeto, miente o intenta venderte algo. ¿Qué te parecería? ¿Crees que estaría cumpliendo unos mínimos de educación?

Pues eso es lo que ocurre en este blog con demasiada frecuencia. Siempre he estado dispuesto a que cualquiera entre, lea y aporte. Pero, lamentablemente, a menudo me encuentro con aportaciones que solo pretenden hacer daño o insultar. O vender alguna porquería. Hay muchos ejemplos en el post sobre los tratamientos anti-cáncer de Martí Bosch, en el que los seguidores de la pseudomedicina se han despachado a gusto.

Para decidir qué hacer, he utilizado un método muy sencillo de resolución de problemas: El preguntarse una y otra vez "por qué". Suele recomendarse hacerlo cinco veces (los cinco porqués), pero a mí me ha bastado con tres:
  1. ¿Por qué hay comentarios en este blog? Para mostrar otras opiniones a las mías.
  2. ¿Por qué debería mostrar otras opiniones? Para enriquecer el debate, ya que no hay una verdad absoluta.
  3. ¿Por qué quiero enriquecer el debate? Para aportar información valiosa y rigurosa a quien quiera posicionarse en un tema.
Así que, en principio, a partir de este momento, este será el criterio principal para decidir si un comentario se queda o no. Que aporte información valiosa, fiable, rigurosa o razonada. Y con un mínimo de educación, claro.

Y para conseguirlo, las opciones que ofrece Blogger en la gestión de comentarios son tres: Inhabilitación, moderación o apertura sin control. Como creo que las dos primeras podrían impedir la llegada de aportaciones interesantes, por el momento voy a seguir dejando escribir comentarios a cualquiera. Pero para ser coherente con la misión del blog y con lo que busco, me reservo el derecho a eliminar los que no sigan los principios comentados. En concreto, no me temblará el pulso para borrar de inmediato los que incluyan:

- Insultos y faltas de respeto.
- Spam, publicidad o enlaces injustificados a algún otro sitio.
- Testimonios anónimos y sin pruebas.
- Ataques hacia mi persona, sin ningún otro objetivo.

En el extremo opuesto, serán especialmente bienvenidos:

- Los que aporten opiniones razonadas y argumentadas, presentadas con respeto.
- Los que aporten pruebas, evidencias y datos que enriquezcan los posts

Y, por supuesto, los comentarios cuyo objetivo sea saludar o parte de una comunicación normal de relación social, también se recibirán con agrado.

Algunos pensaréis que esto es censura. No lo creo, insisto en que cualquiera puede opinar, solo pido respeto y honestidad. De cualquier forma, os guste o no y mientras Blogger me deje, esta es mi casa. Así que si queréis entrar y hablar, tendréis que seguir mis normas de educación.

Eso sí, en vuestra casa, haced lo que os de la gana.

8.5.14

Nuevos tratamientos contra los piojos


Hace no demasiado escribí un par de posts (uno y dos) sobre la cuestión de los piojos y la evidencia científica existente para su eliminación, especialmente dedicados a aquellos padres hartos de comprobar cómo la cabeza de sus hijos es residencia habitual de estos molestos bichos. Tengo que reconocer que la cosa no quedó demasiado clarificada, ya que los estudios y ensayos eran más bien pocos y con resultados muy irregulares. Por eso me he alegrado al ver que la web de divulgación médica Science-Based Medicine le dedicaba un artículo al tema, con el sucinto título de Lice (piojo en inglés), de la mano de una de sus más prolíficas colaboradoras, Harriet Hall. Pero lo cierto es que mi gozo se ha visto en un pozo cuando, tras leer el posts completo, he comprobado que Hall ha llegado a conclusiones muy similares (y poco decisivas) a las que llegué yo en el segundo artículo, basándose en las mismas investigaciones.

Así que de decidido comprobar personalmente si la cosa sigue tan verde y si existe alguna novedad. Me he arremangado y les he metido caña a Pubmed y Google, a la búsqueda de más contenidos y noticias sobre el tema. Y me he topado con nuevos estudios y nuevos tratamientos, enfocados a combatir los piojos a pesar de la resistencia a los insecticidas que han desarrollado durante las últimas décadas.