La de verdad, me refiero. La que hace que millones de personas mueran de hambre y de enfermedades en los países menos desarrollados. Es que, con esto de la navidad y estas cosas, me he acordado de
una excelente idea que Javier Armentia proponía en su blog hace unos meses para erradicar la pobreza extrema y el hambre, lograr la enseñanza primaria universal, promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades, garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y fomentar una asociación mundial para el desarrollo. Atención a la receta, veréis qué sencilla.
- Les quitamos a las cien personas más ricas del mundo toda su fortuna.
- Les devolvemos a cada uno de ellos la fortuna que tiene el número 101, el brasileño Joseph Safra, que hace gala de poseer tan sólo unos 6000 millones de euros.
La
ONU ha hecho los cáculos y no sólo llegaría, sino que incluso sobraría mucho, muchísimo. Sí, ya sé que es ilegal, pero ellos son 100 y el resto muchos miles de millones. Además, dada su gran capacidad para los negocios ¿no podrían volver a rehacer sus emporios con esos 6000 milloncejos?
¿A que no es tan mala idea?
6 comentarios:
¿Dónde hay que votar?
Me parece una solución excelente y todavía les queda una burrada.
Se debería prohibir tener, o ganar, más de x dinero. Es inmoral.
gracias por tu blog.
¡Feliz Navidad!
Lo que habría que hacer es eliminar el sistema actual de poder... sí... que es ir en contra de más de 2000 años de historia..! Pero Valerie Solanas no estaba tan equivocada en algunas cosas, a pesar de que fuera "un poco" loca. La culpa no es de quienes tienen dinero, ni cuánto tienen... sino, el "dinero" en sí mismo.
Qué lejos estamos de una realidad "trekkie"... ¿o no? No cuento con morir y ver ese cambio, pero aunque no lo vea, moriría feliz sabiendo que algún día sucedería... :)
Muchos pensamos que es evidente que es necesario un cambio de paradigma, de modelo económico, de forma de vivir. ¿Lo haremos? ¿O, como en otras ocasiones, dejaremos que pase la tormenta y como si nada?
¿Somos cada año que pasa más plenos y felices? ¿no? Entonces o somos gilipollas o no tenemos remedio.
Yo creo que kla forma de arreglar ese problema seria que todos los gobirnos del mundo se pongan de igual a igual con todas las personas.
El problema es que sí que serán capaces de rehacer sus emporios y entonces esto se parecería al Día de la Marmota en versión histórica.
Fuera de bromas, ilustra perfectamente el orden de magnitud desvergonzado que existe en la desigualdad del reparto de la riqueza.
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