Ric Elias viajaba en el vuelo 1549 que en 2009 aterrizo de forma forzosa en el río Houston. Un incidente del que, gracias a la pericia del piloto, todos sus pasajeros salieron sanos y salvos.
Tras chocar con unas cuantas aves el capitán les dijo "prepárense para el impacto". Y empezó la cuenta atrás: unos angustiosos minutos para todas las personas del avión, las cuales acababan de ser informadas de que su probabilidad de morir era enorme.
Y esto es lo que Ric sintió y vivió:
Su sencilla pero impresionante experiencia debería servirnos para reflexionar, sin necesidad de tener que pasar por el mismo trago.
Pero la gran mayoría somos tan estúpidos que, para cuando queramos darnos cuenta, será tarde.
2 comentarios:
Si Centinel!!!!!! Te has superado a ti mimso, este video resume lo que es imprtante, gracias por compartirlo
Laura
Realmente cuando hayamos muerto ya nos dará igual qué hayamos hecho o dejado de hacer. Para nosotros será irrelevante
Hacer en cada momento lo que queremos o debemos no debería depender de que en algún punto haya un final.
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