Ayer, viendo una televisión local, pude escuchar a una ufana madre de familia jactándose de no haber vacunado a sus hijos, porque piensa que es mejor que "pasen con naturalidad estas enfermedades que no son tan graves". A pesar de que el médico le recomendaba lo contrario, como bien explicaba un especialista que también era entrevistado y que con aplastante lógica se preguntaba: "¿Para qué vamos a poner en peligro a nuestros hijos no vacunándolos y haciéndoles pasar por varios días de convalecencia cuando podemos evitarlo?".
Llevo un tiempo observando el crecimiento del movimiento antivacunas, y no deja de sorprenderme. La vacuna es probablemente el mayor logro de la medicina. En siglos anteriores, las plagas infecciosas arrasaban despiadadamente al ser humano, llevándose millones de vidas de forma terrible y dolorosa, especialmente entre niños y bebés. Gracias a las vacunas prácticamente se han erradicado muchas de estas enfermedades y aunque como todo tratamiento, tiene contraindicaciones, los beneficios ganan por goleada. Digan lo que digan algunas webs de visionarios, consparanoicos e indocumentados, que engañan a los crédulos con verborrea pseudomédica, afirmaciones gratuitas, conspiranoias con las empresas farmacéuticas y estudios chapuceros o inexistentes y asustan a los padres con imágenes como la del niño asaetado de la derecha. Los datos objetivos dejan claro que es mucho más peligroso pasar cualquier enfermedad infecciosa que vacunarse. Y que los que no se vacunan favorecen el rebrote y la propagación entre toda la población.
Ya hay mucho y bueno escrito, así que me limitaré a enlazar algunos artículos para quien quiera profundizar en su reflexión, si lo que busca es la lógica, la ciencia, los datos y la salud de los suyos y de toda la sociedad:
1. Desmontando 6 mitos que esgrimen los anti-vacunas
2. Vacunas para todos
3. Por qué la fiebre antivacunas es una gilipollez (vídeo)
4. Vuelva a las cavernas: No vacune a sus hijos
5. Sigue la moda: Contagia a tu hijo el sarampión
6. Confirman que el estudio que relacionaba las vacunas con el autismo era un fraude
7. Grupos antivacunas, un peligro para la salud
8. Vacunas: Cuestión de solidaridad
9. Microepidemias insolidarias
10. Las mentiras de los antivacunas
11. Libertad de elección
12. Si yo fuera padre.
6 comentarios:
Tienen su lógica: como los demás ¨pringaos¨ han casi erradicado la enfermedad de que se trate, no es necesario que sus hijos pasen por un trámite tan molesto y con algunos riesgos. Si se infectaran, la Seguridad Social es la responsable (y que me solucionen el problema o los denuncio por ineptos).
Ya, pero es que ni así tienen lógica. Tal y como se explica en el primer enlace:
ENFERMEDAD
Sarampión, Casos de muerte: 2 en 1000
Rubéola, Síndrome de rubéola congénita: 1 de cada 4 (malformaciones en el feto)
VACUNA MMR
Encefalitis o reacción alérgica grave: 1 de cada 1.000.000
ENFERMEDAD
Difteria, casos de muerte: 1 por cada 20
Tétanos, casos de muerte: 2 de cada 10
Tos ferina, casos de muerte: 1 de cada 1.500
VACUNA DTaP
Casos de muerte: Ninguno demostrado
La homeopatía es una gran estafa pero no es un peligro, ya que, simplemente beben agua del grifo pagando un dineral. En cambio, los antivacunas son muy peligrosos, para sus propios hijos pero sobretodo para todas las demás personas que no tienen ninguna culpa de estos dementes. Es una cosa muy seria donde debería haber leyes que lo regularan, quitando la custodia del hijo a los padres antivacunas o sancionando económicamente incluso penalmente.
El artículo y toda la parafernalia anti-vacunas me recordaron dos situaciones de la serie House:
-Dos padres veganos que alimentaban a su bebé de la misma forma pensando que así se 'acostumbraría' y crecería sin necesitar carne.
-Una madre que no vacunaba a su bebé porque no quería 'patrocinar' a los grandes laboratorios farmacéuticos ni contribuir con el negocio de los medicamentos.
¡La ignorancia es atrevida... y peligrosa!
Internet tiene muchas cosas buenas, y de las pocas malas que tiene, una es esta, servir de plataforma de difusión para los chalados de turno. Bueno, eso se combate con educación y cultura, así que, a seguir trabajando...
Aunque comento con algunos años de retraso, no puedo evitarlo. No puedes meter en el mismo saco a todos los que discrepan de las vacunas. De hecho, yo discrepo, pero mis argumentos son tan científicos como pueden serlo los tuyos.
Primero, la teoría germinal de las enfermedades postulada por Pasteur hace 150 años, que es la base teórica de la Medicina Occidental ha saltado por los aires en las últimas décadas. Pasteur ya postulaba que había unos microorganismos más pequeños que las bacterias que él no podía ver y que provocaban enfermedad. Antes de verlos y descubrirlos ya sabíamos que eran malos (los pudimos ver con el microscopio electrónico en los años 30). Un virus es un puñado de genes rodeado de una cápsula proteica o lipídica. Es inerte, no tiene vida propia. Son las propias células las que lo introducen en su interior y lo conducen al núcleo y a los cromosomas. Decir que es un parásito intracelular estricto como dice el Harrison de Medicina Interna es una barbaridad desde el punto de vista biológico. No se puede matar a un virus porque nunca ha estado vivo. Decir que los virus provocan infecciones sería como decir que son las piedras las que provocan lapidaciones, que lo que hay que hacer para que no haya muertes por lapidación es destruir las piedras o inactivarlas (limarlas para que no tengan aristas). Hay 530 millones de virus por gramo de suelo seco y 1 millón por ml en agua de mar. Si estos "bichos" son malos, no tenemos nada que hacer. El origen de las células eucariotas (las nuestras), seguramente viene de la fusión de bacterias y virus. Un 10% de nuestro genoma son virus endógenos, y un 50% restante es de origen viral. O sea, lo que llamamos virus son, probablemente, UN TIPO DE ELEMENTO MÓVIL DEL GENOMA. Su papel en las enfermedades en muchos más complejo que el de decir que son "parásitos intracelulares". Me ha salido una introducción un poco larga y densa. Disculpas.
Y las vacunas. En tu artículo enlazas otro de otro blog azote de las medicinas alternativas. Ahi defiende que la introducción de vacunas ha sido la causa del descenso de las enfermedades infecciosas en el siglo XX. Pues bien, eso no es cierto. El descenso en la mortalidad, que es el dato importante que hay que mirar, no la incidencia, se produjo en gran parte antes de la introducción de los antibióticos y las vacunas. Los antibióticos disminuyeron un poco la mortalidad, y el papel de las vacunas en este descenso es, como poco, dudoso. Otro día seguiré, hoy no tengo tiempo ni espacio para más.
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