26.3.14

Binfort, pseudomedicina y terapias naturales en la puerta de mi casa



Quiero contaros una anécdota real que me ha ocurrido estos días.

Hace un par de semanas me encontré llamando a los timbres de mi portal a una chica (de aspecto nada sospechoso), pidiendo por favor que alguien le abriera. Al verla bastante insistente, le pregunté quien era y a donde quería ir. Me dijo que estaba haciendo encuestas y que le gustaría poder entrar. Como creo que la gente tiene derecho a ganarse la vida honradamente, y más en estos tiempos dificultades, le abrí la puerta. Pero para comprobar que todo era cierto le invité a que me hiciera a mí la encuesta.

La moza, visiblemente contenta, sacó unos folios y me lanzó la primera pregunta: ¿Eres usuario de las terapias naturales? Los que seguís este blog, imaginaréis que mi sorpresa fue mayúscula. La miré, mudo, sin saber si contestarle o directamente romper a reír. Ella, al ver que titubeaba, me hizo un par de preguntas más sobre mi confianza en las terapias alternativas hasta que, levantando la mano, le indiqué que parara y le adelanté lo que le esperaba: