Me limito a piratear las últimas páginas de dos libros, concretamente en las que aparece la lista de referencias: Por un lado la nueva publicación sobre la dieta Atkins, New Atkins for a New You, escrito por colaboradores del fallecido Atkins (y que comentaré en breve) y, por otro lado Why we get fat and what to do about it, de Gary Taubes (que ya comenté hace un tiempo). El resultado es una relación muy exhaustiva de varios cientos de estudios científicos y artículos relacionados (favorablemente) con la dietas bajas en carbohidratos. Puedes descargarte un documento desde aquí y el segundo desde aquí, tendrás bibliografía sobre el tema a paladas.
Cuidado, que representan sólo una de las visiones, la favorable a este tipo de dietas. Un buen escéptico debería conocer también la otra visión y juzgar en consecuencia.
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26.7.11
25.7.11
Otra victoria contra la obsolescencia programada: Arreglando unas planchas para el pelo
Hace unos meses escribí este post contando cómo gracias a un documental sobre la obsolescencia programada me esmeré un poco más buscando una solución para mi impresora pseudo-estropeada, lo que me sirvió para encontrar por internet la (sencilla) solución.
Pues bien, hoy me ha pasado algo parecido. Resulta que unas planchas para el pelo, de esas que lo alisan por calor, han dejado de funcionar. Al toquetearlas un poco, me he dado cuenta de que el fallo estaba en la unión del cable con las planchas, que tiene un sistema anti-nudos, de esos que permiten girar el cable sin que se retuerza y que no suelen ser demasiado robustos. Tras inspeccionarlas durante un rato, me he dado por vencido: Están diseñadas para que no puedas abrirlas sin una herramienta muy especial y el fallo ha ocurrido en un lugar casi inaccesible. Habría que comprar unas nuevas.
Pero al recordar el documental, me he picado un poco y he pensado: "¡Qué demonios, ya están inservibles, por intentarlo no pierdo nada!". Así que me he armado con alicates, una hojita de sierra, un soldador y un destornillador. He serrado a lo bestia la parte defectuosa, arrancando el sistema anti-nudos, hasta dejar al descubierto dos terminales y sobre ellos he soldado el cable de alimentación. Una buena cantidad de vueltas de cinta aislante y, aunque con aspecto poco digno, las planchas vuelven a funcionar. Mira que chapucilla, al más puro estilo MacGyver:
Sí, es una chorrada, pero quería transmitir el mensaje de que procures alargar la vida de tus aparatos. Con un poco de maña, tiempo y la ayuda de internet, es fácil. Tu bolsillo y el planeta te lo agradecerán. Aunque volviendo a mirar mi apaño, no sé si una posible electrocución es un precio demasiado alto a pagar...
Pues bien, hoy me ha pasado algo parecido. Resulta que unas planchas para el pelo, de esas que lo alisan por calor, han dejado de funcionar. Al toquetearlas un poco, me he dado cuenta de que el fallo estaba en la unión del cable con las planchas, que tiene un sistema anti-nudos, de esos que permiten girar el cable sin que se retuerza y que no suelen ser demasiado robustos. Tras inspeccionarlas durante un rato, me he dado por vencido: Están diseñadas para que no puedas abrirlas sin una herramienta muy especial y el fallo ha ocurrido en un lugar casi inaccesible. Habría que comprar unas nuevas.
Pero al recordar el documental, me he picado un poco y he pensado: "¡Qué demonios, ya están inservibles, por intentarlo no pierdo nada!". Así que me he armado con alicates, una hojita de sierra, un soldador y un destornillador. He serrado a lo bestia la parte defectuosa, arrancando el sistema anti-nudos, hasta dejar al descubierto dos terminales y sobre ellos he soldado el cable de alimentación. Una buena cantidad de vueltas de cinta aislante y, aunque con aspecto poco digno, las planchas vuelven a funcionar. Mira que chapucilla, al más puro estilo MacGyver:
Sí, es una chorrada, pero quería transmitir el mensaje de que procures alargar la vida de tus aparatos. Con un poco de maña, tiempo y la ayuda de internet, es fácil. Tu bolsillo y el planeta te lo agradecerán. Aunque volviendo a mirar mi apaño, no sé si una posible electrocución es un precio demasiado alto a pagar...
24.7.11
¿Es que ni de los ecologistas podemos ya fiarnos?
Cuando leí el libro El Ecologista Escéptico y comprobé que lo que mucho de lo que allí se decía no encontraba réplica con un mínimo de rigor, se me cayeron muchos mitos. Los ecologistas, aquellos que yo creía preocupados prioritaria y generosamente por nuestro entorno, el resto de los seres vivos y nuestro futuro, parecían más preocupados por justificar su existencia y su propia razón de ser.
Poco después yo mismo pude comprobar como algunas otras organizaciones benéficas manipulaban o interpretaban de forma interesada la información para transmitir un mensaje concretos y, quizás, conseguir ayudas, patrocinadores o lo que hiciera falta. Por ejemplo, Intermon Oxfam presentó pomposamente un dudoso informe con datos e interpretaciones muy discutibles, como expliqué en este artículo.
He recordado todo esto tras leer en el Blog del Búho que los mares tienen cada vez menos sustancias peligrosas, después de que José Miguel Mulet haya destacado en un artículo la deriva de Greenpeace durante los últimos años y tras saber que según la FAO, como decía Antón Uriarte hace unos meses, los bosques españoles no hacen más que aumentar. Claro, estos tres privilegiados y neoliberales profesores universitarios seguro que están comprados por las farmacéuticas, las empresas alimentarias o las multinacionales químicas. Como yo.
Que quede claro: En todas estas organizaciones ecologistas y benéficas la mayor parte de la gente pelea y trabaja por un mundo mejor para todos. Pero me pregunto si habrá llegado el momento de replantearse su función, su financiación y su propia naturaleza. Son totalmente necesarias, pero tal vez deban cambiar muchos principios y paradigmas sobre las que se han fundado y han funcionado en el pasado. Sólo me lo pregunto...
Poco después yo mismo pude comprobar como algunas otras organizaciones benéficas manipulaban o interpretaban de forma interesada la información para transmitir un mensaje concretos y, quizás, conseguir ayudas, patrocinadores o lo que hiciera falta. Por ejemplo, Intermon Oxfam presentó pomposamente un dudoso informe con datos e interpretaciones muy discutibles, como expliqué en este artículo.
He recordado todo esto tras leer en el Blog del Búho que los mares tienen cada vez menos sustancias peligrosas, después de que José Miguel Mulet haya destacado en un artículo la deriva de Greenpeace durante los últimos años y tras saber que según la FAO, como decía Antón Uriarte hace unos meses, los bosques españoles no hacen más que aumentar. Claro, estos tres privilegiados y neoliberales profesores universitarios seguro que están comprados por las farmacéuticas, las empresas alimentarias o las multinacionales químicas. Como yo.
Que quede claro: En todas estas organizaciones ecologistas y benéficas la mayor parte de la gente pelea y trabaja por un mundo mejor para todos. Pero me pregunto si habrá llegado el momento de replantearse su función, su financiación y su propia naturaleza. Son totalmente necesarias, pero tal vez deban cambiar muchos principios y paradigmas sobre las que se han fundado y han funcionado en el pasado. Sólo me lo pregunto...
20.7.11
Bicicleta estática: Cómo obtener resultados (parte 2)
Hace un tiempo publiqué un post con 10 ideas para obtener resultados con la bicicleta estática. Pero viéndolo con perspectiva, el título no era demasiado acertado. Realmente eran consejos para no aburrirse y abandonar rápidamente este deporte indoor, muy sencillo en recursos de practicar en casa pero muy difícil de practicar con constancia. Así que he pensado arreglarlo e incluir recomendaciones orientadas a obtener resultados con otras 3 ideas: Mantener el peso (que no, que para adelgazar no sirve) y mejorar la capacidad y resistencia deportiva.
11. Cuida tus músculos, calienta y estira antes y después. La bicicleta estática es un ejercicio repetitivo y poco variado, por lo que machaca bastante algunos músculos. En concreto, los cuadriceps, biceps femorales, abductores, isquiotibiales y gemelos van a hacer casi todo el trabajo, así que tienes que cuidarlos. El movimiento de pedalear tiende a acotarlos, por ello unos buenos estiramientos tanto antes como después les sentará de maravilla y te evitarán sobrecargas. Estos son unos ejercicios recomendados:
12. Aumenta la intensidad de las sesiones y acorta su duración. Si practicas a menudo, observaras que con el tiempo necesitas aumentar la duración de las sesiones porque saben a poco, ya que cada vez te cuesta mas cansarte y el ejercicio parece perder eficacia. Lo malo de ello es que te empuja a dedicarle aún más tiempo, con el problema que ello supone, y/o aumentar la resistencia, pudiendo llegar a sobreentrenarte e incluso a desarrollar lesiones. Una forma de cambiar esta dinámica es rompiendo el ritmo a menudo, es decir, introduciendo aproximadamente cada pocos minutos sprints de 30 a 60 segundos, muy rápidos y con el máximo de resistencia posible en los pedales o en el disco de inercia. Verás cómo rompes a sudar rapidísimo, trabajas tu resistencia cardio-respiratoria, das más juego a tus músculos y podrás reducir significativamente la duración de las sesiones y sin perder eficacia. Además, las hace menos aburridas. Tienes más información sobre esta técnica en este enlace de la Wikipedia: High Intensity Interval Training (HIIT).
13. Complementa con ejercicio de trabajo: Mancuernas. Muscularmente hablando, haciendo bici sobre todo trabajas en tren inferior. Para trabajar más partes del cuerpo, puedes complementarlo añadiendo a los estiramientos previos 10-15 minutos de ejercicios intensos que trabajen más musculatura. Los que sugiere Mike Geary en su libro La Verdad sobre los Abdominales Perfectos son especialmente eficaces para, en muy poco tiempo, trabajar un buen conjunto de músculos y desarrollar una cantidad de trabajo asombrosa (te sorprenderás cómo en unos pocos minutos te dejan hecho polvo) . Necesitarás unas sencillas y baratas mancuernas que podrás guardar luego fácilmente. Estos me parecen los más efectivos, de los que podrás hacer de una a tres series de 10-15 repeticiones:
11. Cuida tus músculos, calienta y estira antes y después. La bicicleta estática es un ejercicio repetitivo y poco variado, por lo que machaca bastante algunos músculos. En concreto, los cuadriceps, biceps femorales, abductores, isquiotibiales y gemelos van a hacer casi todo el trabajo, así que tienes que cuidarlos. El movimiento de pedalear tiende a acotarlos, por ello unos buenos estiramientos tanto antes como después les sentará de maravilla y te evitarán sobrecargas. Estos son unos ejercicios recomendados:
12. Aumenta la intensidad de las sesiones y acorta su duración. Si practicas a menudo, observaras que con el tiempo necesitas aumentar la duración de las sesiones porque saben a poco, ya que cada vez te cuesta mas cansarte y el ejercicio parece perder eficacia. Lo malo de ello es que te empuja a dedicarle aún más tiempo, con el problema que ello supone, y/o aumentar la resistencia, pudiendo llegar a sobreentrenarte e incluso a desarrollar lesiones. Una forma de cambiar esta dinámica es rompiendo el ritmo a menudo, es decir, introduciendo aproximadamente cada pocos minutos sprints de 30 a 60 segundos, muy rápidos y con el máximo de resistencia posible en los pedales o en el disco de inercia. Verás cómo rompes a sudar rapidísimo, trabajas tu resistencia cardio-respiratoria, das más juego a tus músculos y podrás reducir significativamente la duración de las sesiones y sin perder eficacia. Además, las hace menos aburridas. Tienes más información sobre esta técnica en este enlace de la Wikipedia: High Intensity Interval Training (HIIT).
13. Complementa con ejercicio de trabajo: Mancuernas. Muscularmente hablando, haciendo bici sobre todo trabajas en tren inferior. Para trabajar más partes del cuerpo, puedes complementarlo añadiendo a los estiramientos previos 10-15 minutos de ejercicios intensos que trabajen más musculatura. Los que sugiere Mike Geary en su libro La Verdad sobre los Abdominales Perfectos son especialmente eficaces para, en muy poco tiempo, trabajar un buen conjunto de músculos y desarrollar una cantidad de trabajo asombrosa (te sorprenderás cómo en unos pocos minutos te dejan hecho polvo) . Necesitarás unas sencillas y baratas mancuernas que podrás guardar luego fácilmente. Estos me parecen los más efectivos, de los que podrás hacer de una a tres series de 10-15 repeticiones:
Si quieres más, visita Bicicleta estática: Cómo obtener resultados (parte 1)
Pero si quieres saber cómo perder peso siguiendo lo que dicen las últimas investigaciones y estudios científicos, con hacer bici no vas a tener suficiente. Quizás te interese profundizar mediante el libro "Lo que dice la ciencia para adelgazar de forma fácil y saludable". Más información en este enlace.
12.7.11
Los errores y falacias del Método Gabriel (3): Los tóxicos no nos hacen acumular grasa
Otro de los promotores de la obesidad, según cuenta Jon Gabriel en su método, son los tóxicos. Pesticidas, productos químicos, edulcorantes... en su opinión, los alimentos actuales están plagados de tóxicos que nos hacen engordar. Los números que aporta dan bastante miedo, ya que habla de miles de sustancias químicas potencialmente peligrosas. Para redondearlo, nos alerta también sobre los peligros de las vacunas y de la radiación, metiendo todo en el mismo saco de focos de tóxicos malísimos. Según su teoría, al haberse encontrado centenares de ellos en la grasa humana, quedaría demostrado que el cuerpo engorda y acumula grasa como medida de protección contra esos agentes tan dañinos. Así que, como solución, recomienda evitarlos todos ellos y, de nuevo, pasarse a lo natural.
Quiero dejar claro que no me gusta comer vegetales u otros alimentos que hayan sido tratados o aditivados con excesivos productos químicos. Ni tampoco que se engorde con alimentos extraños o antinaturales a los animales, se les críe en condiciones penosas, se les llene de medicamentos no siempre necesarios o se les maltrate con el único fin de aumentar la producción. Eso ocurre y como consumidor, intento no promoverlo. Pero tampoco creo que la producción ecológica u orgánica sea ningún cuento de hadas maravilloso, ya que, por ejemplo, permite el uso de otros productos igualmente tóxicos (por muy supuestamente naturales que sean, como también natural es la venenosísima Amanita Phalloides) y porque sé que a menudo el no añadir algunas sustancias puede acarrear riesgos higiénicos y sanitarios mucho mayores.
Dicho esto y volviendo al planteamiento del Método Gabriel, lo que no se sostiene científicamente es que nuestro cuerpo acumule grasa para defenderse de los tóxicos, que es lo que él afirma. No aporta ninguna prueba de ello, los estudios que referencia en ese capítulo de su libro se refieren a otros temas y yo tampoco he podido encontrar ninguno que ni siquiera lo plantee. Su argumento de que en la grasa se han detectado tóxicos tiene una sencilla explicación: dichos tóxicos son liposolubles, es decir, se disuelven en grasa y por eso se han quedado ahí.
A modo de ejemplo, sobre el edulcorante aspartamo dice que "es tóxico para el cerebro", y enlaza este artículo como justificación. Artículo muy discutible y con pocos (o ninguno) estudios que respalden lo que en él se dice. Como contraste, recomiendo leer este otro sobre el edulcorante, publicado recientemente por Aveq o los contenidos y enlaces de la web Snopes sobre el aspartamo.
Si su teoría fuera cierta, las personas fumadoras, que seguramente serán los que más tóxicos introducen en su cuerpo, deberían estar todas exageradamente obesas. O los antiguos trabajadores de empresas químicas. Y no es así, a mí incluso me parece más bien al contrario. Pero eso es percepción mía, no ciencia.
Y ya he comentado en artículos anteriores lo que opino de los antivacunas y de los supuestos peligros de las radiaciones que nos rodean. Pura inconsciencia y fantasía, respectivamente.
Anteriores artículos relacionados:
Los errores y falacias del Método Gabriel (2): La falta de enzimas digestivas no nos hace comer más.
Los errores y falacias del Método Gabriel (1): Los alimentos ecológicos no tienen más nutrientes
Actualización:
He recopilado lo que dicen DE VERDAD las últimas investigaciones y estudios científicos, quizás te interese aprender mediante el libro "Lo que dice la ciencia para adelgazar de forma fácil y saludable". Más información en este enlace.
Quiero dejar claro que no me gusta comer vegetales u otros alimentos que hayan sido tratados o aditivados con excesivos productos químicos. Ni tampoco que se engorde con alimentos extraños o antinaturales a los animales, se les críe en condiciones penosas, se les llene de medicamentos no siempre necesarios o se les maltrate con el único fin de aumentar la producción. Eso ocurre y como consumidor, intento no promoverlo. Pero tampoco creo que la producción ecológica u orgánica sea ningún cuento de hadas maravilloso, ya que, por ejemplo, permite el uso de otros productos igualmente tóxicos (por muy supuestamente naturales que sean, como también natural es la venenosísima Amanita Phalloides) y porque sé que a menudo el no añadir algunas sustancias puede acarrear riesgos higiénicos y sanitarios mucho mayores.
Dicho esto y volviendo al planteamiento del Método Gabriel, lo que no se sostiene científicamente es que nuestro cuerpo acumule grasa para defenderse de los tóxicos, que es lo que él afirma. No aporta ninguna prueba de ello, los estudios que referencia en ese capítulo de su libro se refieren a otros temas y yo tampoco he podido encontrar ninguno que ni siquiera lo plantee. Su argumento de que en la grasa se han detectado tóxicos tiene una sencilla explicación: dichos tóxicos son liposolubles, es decir, se disuelven en grasa y por eso se han quedado ahí.
A modo de ejemplo, sobre el edulcorante aspartamo dice que "es tóxico para el cerebro", y enlaza este artículo como justificación. Artículo muy discutible y con pocos (o ninguno) estudios que respalden lo que en él se dice. Como contraste, recomiendo leer este otro sobre el edulcorante, publicado recientemente por Aveq o los contenidos y enlaces de la web Snopes sobre el aspartamo.
Si su teoría fuera cierta, las personas fumadoras, que seguramente serán los que más tóxicos introducen en su cuerpo, deberían estar todas exageradamente obesas. O los antiguos trabajadores de empresas químicas. Y no es así, a mí incluso me parece más bien al contrario. Pero eso es percepción mía, no ciencia.
Y ya he comentado en artículos anteriores lo que opino de los antivacunas y de los supuestos peligros de las radiaciones que nos rodean. Pura inconsciencia y fantasía, respectivamente.
Anteriores artículos relacionados:
Los errores y falacias del Método Gabriel (2): La falta de enzimas digestivas no nos hace comer más.
Los errores y falacias del Método Gabriel (1): Los alimentos ecológicos no tienen más nutrientes
Actualización:
He recopilado lo que dicen DE VERDAD las últimas investigaciones y estudios científicos, quizás te interese aprender mediante el libro "Lo que dice la ciencia para adelgazar de forma fácil y saludable". Más información en este enlace.
10.7.11
El tamaño sí importa: De una molécula a una galaxia
Preciosa e impresionante animación esta, con un recorrido de tamaños singular: Desde una molécula a la galaxia más grande conocida.
8.7.11
Los errores y falacias del Método Gabriel (2): La falta de enzimas digestivas no nos hace comer más
Tras la primera, seguimos con la segunda entrega de los errores y falacias del Método Gabriel.
Las enzimas digestivas son unas sustancias presentes en los alimentos y que también genera nuestro organismo, necesarias para la asimilación de los nutrientes. En el capítulo 12 de su libro Gabriel afirma que tenemos carencia de enzimas digestivas debido a la elaboración actual de los alimentos, a los métodos agrícolas modernos, al cloro del agua, a los tóxicos y al estrés emocional. Y eso nos impide incorporar los nutrientes en nuestras células, por ello recomienda tomar (de por vida) enzimas digestivas antes de cada comida, preferentemente vegetales.
Pero, ¿es cierto que todos tenemos falta de enzimas digestivas? Pues no, esta dolencia suele aparecer en las personas bastante mayores y a veces en las que padecen algún tipo de afección digestiva: Gastritis, hernia de hiato, enfermedad inflamatoria de intestino, colon irritable, etc. Pero no he encontrado ningún estudio ni artículo serio que demuestre que sea un mal generalizado, ni que por tomar suplementos de enzimas vaya a reducirse el apetito. Ni Gabriel aporta ninguno en su libro (por salgo será), únicamente este artículo genérico sobre el tema.
Esta suele ser una dinámica habitual en las falacias médicas, tomar una disfuncionalidad específica y convertirla en un pispás en un mal común.
Las enzimas digestivas son unas sustancias presentes en los alimentos y que también genera nuestro organismo, necesarias para la asimilación de los nutrientes. En el capítulo 12 de su libro Gabriel afirma que tenemos carencia de enzimas digestivas debido a la elaboración actual de los alimentos, a los métodos agrícolas modernos, al cloro del agua, a los tóxicos y al estrés emocional. Y eso nos impide incorporar los nutrientes en nuestras células, por ello recomienda tomar (de por vida) enzimas digestivas antes de cada comida, preferentemente vegetales.
Pero, ¿es cierto que todos tenemos falta de enzimas digestivas? Pues no, esta dolencia suele aparecer en las personas bastante mayores y a veces en las que padecen algún tipo de afección digestiva: Gastritis, hernia de hiato, enfermedad inflamatoria de intestino, colon irritable, etc. Pero no he encontrado ningún estudio ni artículo serio que demuestre que sea un mal generalizado, ni que por tomar suplementos de enzimas vaya a reducirse el apetito. Ni Gabriel aporta ninguno en su libro (por salgo será), únicamente este artículo genérico sobre el tema.
Esta suele ser una dinámica habitual en las falacias médicas, tomar una disfuncionalidad específica y convertirla en un pispás en un mal común.
7.7.11
Las 100 fotos más espectaculares del Hubble
He enlazado en varias ocasiones fotos del productivo telescopio Hubble, pero no me canso de hacerlo, porque son maravillosas. Esta vez, para celebrar el millón de observaciones, han publicado el top 100 de sus fotografías astronómicas, y a cada una de ellas deberíamos dedicarle al menos unos segundos de observación reflexiva, siendo conscientes que lo que nos muestran son preciosas imágenes del espacio lejano. ¡Queremos más telescopios Hubbles, más!
6.7.11
Reportaje sobre la Dieta Dukan
Adelanto que a mí no me gustan nada sus principios, pero como está de moda y a corto plazo es efectiva para adelgazar, enlazo (gracias al aviso del amigo jam) un documental que Antena 3 emitió el otro día sobre la Dieta Dukan y todo lo que se mueve a su alrededor. No es malo, el reportaje.
Pincha aquí para ver el primero de los seis vídeos (en total 50 minutos) o sobre la imagen inferior.
Pincha aquí para ver el primero de los seis vídeos (en total 50 minutos) o sobre la imagen inferior.
3.7.11
Los errores y falacias del Método Gabriel (1): Los alimentos ecológicos no tienen más nutrientes
Pues no, que no funciona. El Método Gabriel no sirve para adelgazar, a pesar de las buenas sensaciones iniciales. Era demasiado chollo, comer lo que quieras, todo rico, sin agobiarte...Y aunque seguirlo no te hará ningún daño, a diferencia de otros métodos y dietas, unos meses han bastado para comprobar que al menos conmigo no funciona y para descubrir, tras investigar y leer un poco, que se basa en supuestos erróneos, falacias y teorías inconsistentes. Había pensado escribir un artículo recopilando todo ello, pero son tantas cosas, que lo voy a publicar por capítulos. Empiezo:
Jon Gabriel dice que una de las razones por las que los obesos engordan es porque comen más para compensar la escasez de nutrientes que tienen los alimentos actuales Achaca esta circunstancia a las prácticas intensivas de agricultura y ganadería y recomienda, como solución, comer alimentos ecológicos, ya que según él, aportan los nutrientes necesarios que reducirán nuestro apetito y las ansias de comer.
¿Y qué dice la ciencia? Pues que la premisa inicial es falsa. Si leemos detalladamente el estudio Nutritional quality of organic foods: a systematic review, que analiza los resultados de los artículos y estudios relacionados durante 50 años (desde 1958 a 2008), veremos que la diferencia nutricional entre los alimentos ecológicos y los normales no es demasiado significativa. Más bien parecida. Aunque hay otros estudios que dan alguna ventaja a los ecológicos, las pequeñas diferencias no justifican las recomendaciones de Gabriel.
Después llega la segunda derivada, que también es poco sólida: ¿Comer más nutrientes quita el apetito y ayuda a adelgazar? Pues todavía nadie lo ha demostrado. Da que pensar que no haya ningún estudio al respecto y sería bien fácil de hacer.
Hay científicos, como J.M. Mulet, autor del libro "Los productos naturales ¡vaya timo!"que incluso piensan que los productos ecológicos son demasiado caros, higiénicamente mas inseguros, aportan poco valor añadido y se mueven en una legislación demasiado laxa y poco concreta. Por mi parte, no me disgustan los alimentos ecológicos, aunque me siento un poco extraño cuando los compro, en tiendas rodeado de hierbas milagrosas, productos pseudocientíficos y artículos místicos. Pero es verdad que son caros, y si el beneficio es ínfimo, es para pensárselo...
Así que uno de los pilares del método Gabriel parece poco sólido, por no decir falso: Los alimentos ecológicos no disminuirán tu apetito ni aportarán demasiados beneficios nutricionales. Seguiré en breve con el resto.
Actualización:
He recopilado lo que dicen DE VERDAD las últimas investigaciones y estudios científicos, quizás te interese aprender mediante el libro "Lo que dice la ciencia para adelgazar de forma fácil y saludable". Más información en este enlace.
Jon Gabriel dice que una de las razones por las que los obesos engordan es porque comen más para compensar la escasez de nutrientes que tienen los alimentos actuales Achaca esta circunstancia a las prácticas intensivas de agricultura y ganadería y recomienda, como solución, comer alimentos ecológicos, ya que según él, aportan los nutrientes necesarios que reducirán nuestro apetito y las ansias de comer.
¿Y qué dice la ciencia? Pues que la premisa inicial es falsa. Si leemos detalladamente el estudio Nutritional quality of organic foods: a systematic review, que analiza los resultados de los artículos y estudios relacionados durante 50 años (desde 1958 a 2008), veremos que la diferencia nutricional entre los alimentos ecológicos y los normales no es demasiado significativa. Más bien parecida. Aunque hay otros estudios que dan alguna ventaja a los ecológicos, las pequeñas diferencias no justifican las recomendaciones de Gabriel.
Después llega la segunda derivada, que también es poco sólida: ¿Comer más nutrientes quita el apetito y ayuda a adelgazar? Pues todavía nadie lo ha demostrado. Da que pensar que no haya ningún estudio al respecto y sería bien fácil de hacer.
Hay científicos, como J.M. Mulet, autor del libro "Los productos naturales ¡vaya timo!"que incluso piensan que los productos ecológicos son demasiado caros, higiénicamente mas inseguros, aportan poco valor añadido y se mueven en una legislación demasiado laxa y poco concreta. Por mi parte, no me disgustan los alimentos ecológicos, aunque me siento un poco extraño cuando los compro, en tiendas rodeado de hierbas milagrosas, productos pseudocientíficos y artículos místicos. Pero es verdad que son caros, y si el beneficio es ínfimo, es para pensárselo...
Así que uno de los pilares del método Gabriel parece poco sólido, por no decir falso: Los alimentos ecológicos no disminuirán tu apetito ni aportarán demasiados beneficios nutricionales. Seguiré en breve con el resto.
Actualización:
He recopilado lo que dicen DE VERDAD las últimas investigaciones y estudios científicos, quizás te interese aprender mediante el libro "Lo que dice la ciencia para adelgazar de forma fácil y saludable". Más información en este enlace.
1.7.11
El verdadero árbol de la evolución
Las imágenes y los esquemas son magníficos para explicar o entender ideas. Se suele decir que una imagen vale más que mil palabras, y, aunque soy un poco crítico con ese dicho, a menudo contiene mucha razón. Nuestro cerebro está mejor preparado para asimilar la realidad mediante la interpretación de figuras y símbolos.
Sin embargo, esta característica a veces da lugar a problemas si la idea que queremos transmitir es demasiado compleja o si la imagen que utilizamos es inadecuada o está excesivamente simplificada. Por ejemplo, cuando éramos niños, nos explicaron y representaron la evolución como algo más o menos así:
Ni somos los más evolucionados, ni ninguna otra cosa demasiado excepcional. Aunque destacamos por ser los más inteligentes (hasta el momento), no somos más que un pequeño granito de arena en el desierto de especies, y muchas de ellas nos superan en otras infinitas capacidades. Y si no que se lo digan a las bacterias, que llevan miles de millones de años dominando el planeta (han sido y son mucho más numerosos que los seres humanos en unidades, volumen, peso o como queramos medirlo).
Imagen de La ciencia y sus demonios.
Sin embargo, esta característica a veces da lugar a problemas si la idea que queremos transmitir es demasiado compleja o si la imagen que utilizamos es inadecuada o está excesivamente simplificada. Por ejemplo, cuando éramos niños, nos explicaron y representaron la evolución como algo más o menos así:
Las explicaciones poco precisas y los dibujos animados y documentales simplistas también se basaban en esta representación de la evolución, por lo que cuando preguntas sobre el tema a la gente adulta y formada, (incluidos los que no creen en ella) la mayoría entienden la evolución así. Y cuando la explican, la describen prácticamente tal cual.
Sin embargo, esta representación es profundamente incorrecta. Lleva a pensar que la evolución es simple y que el ser humano está en la cúspide de la misma, que es su obra suma o algo así. Grave error. Basta con ver una representación más precisa para entender la evolución de una forma más realista:
Ni somos los más evolucionados, ni ninguna otra cosa demasiado excepcional. Aunque destacamos por ser los más inteligentes (hasta el momento), no somos más que un pequeño granito de arena en el desierto de especies, y muchas de ellas nos superan en otras infinitas capacidades. Y si no que se lo digan a las bacterias, que llevan miles de millones de años dominando el planeta (han sido y son mucho más numerosos que los seres humanos en unidades, volumen, peso o como queramos medirlo).
Imagen de La ciencia y sus demonios.