Gracias a la recomendación de un amigo, he podido ver el documental que el otro día dieron por La 2,
Comprar, tirar, comprar, en el que se explica la llamada O
bsolescencia Programada. Me refiero a esa estrategia de hacer que las cosas no duren demasiado para tener que estar comprando cosas nuevas continuamente. Todavía puedes verlo en
este enlace, aunque creo que, coherentemente con el contenido, lo retirarán en breve.
El caso es que el documental me ha hecho reflexionar un poco sobre mis experiencias al respecto. Y no me ha costado nada encontrar claros ejemplos recientes (además de los de las bombillas, que se explican exhaustivamente en el documental y que son de sobra conocidos). Uno de ellos es mi primera cámara digital compacta, la sencilla Canon A60. Sacaba fotos magníficas, comparándola con las actuales, y aunque tenía sólo 2 megapixels y una pantallita ridícula, su color, contraste y nitidez eran estupendos. Por no hablar de sus opciones manuales. Pero al de un par de años, a pesar de tratarla con cariño y cuidado, murió. Sin avisar, ella sola. Y, no sé si será casualidad, pero a un amigo que también la tenía, le pasó exactamente lo mismo: Dos años le duró la cámara hasta que se negó a seguir funcionando.
Mira a tu alrededor y dime cuantas cosas ves que tengan más de diez años. Seguro que no muchas. Incluso es probable que bastantes tengan menos de cinco años. Por no hablar de tu ropa, ya que serás considerado un poco friki si te pones la misma prenda más de una temporada. Es probable que conozcas montones de casos similares en todo tipo de productos: Electrodomésticos, vehículos, decoración... pero sobre todo esta estrategia es muy patente en los gadgets electrónicos más actuales, sean del tipo que sean: Teléfonos, cámaras, portátiles, impresoras, etc. ¿Realmente es necesario renovar tan rápido estos objetos? ¿Necesitas sin remedio todo lo que los más nuevos te ofrecen?
A lo que sí me ha ayudado el documental es a ver que, esforzándonos un poco, tal vez podamos esquivar o mitigar este consumismo salvaje. Resulta que uno de los casos que se presentan es el de un usuario de informática cuya impresora
muere inexplicablemente y deja de imprimir. En todos lados le recomiendan comprarse otra, porque cuesta más repararla, pero el insistente jovenzuelo dedica bastante tiempo a buscar soluciones. Sobre todo por internet, por supuesto. Y la encuentra, muy sorprendente, por cierto: Resulta que el fabricante de la impresora (EPSON), ha insertado un chip que va contando las copias realizadas y al llegar a un número concreto... la bloquea,. ¿Por qué? Pues ellos dicen que porque la esponja de absorción de tinta está muy manchada y tal. Pero es una exageración, realmente es para que te compres otra. Así de claro y crudo. Y, como en las novelas de moda, el usuario
desimpresorizado sigue buscando y buscando por internet, hasta que encuentra
una web (¡rusa!) en la que un informático (con vídeo propio y tan friki que hasta parece disfrazado) ha creado un programa para desbloquear ese chip. Se lo descarga, lo ejecuta y... tema solucionado. Impresora reseteada y funcionando de nuevo.
Pues bien, resulta que yo estaba en una situación algo parecida, con problemas con mi equipo multifunción (escaner+impresora), un Canon Pixma MP450x. Tenía poco más de un año e imprimía muy bien. El caso es que hace unos días empezó a darme problemas, ya que el sistema de alimentación del papel no funcionaba correctamente y era incapaz de introducir la hoja en los rodillos. Busqué por internet, pero sin resultado. Me puse en contacto con Canon y me recomendaron lo fácil: que les enviara el cacharro al servicio técnico. Evidentemente, era una opción que ni me planteaba, considerando que eran al menos 30 euros de gastos de envío, más lo que costara la reparación. Un equipo nuevo me saldría más barato... y me hacía más ilusión. Así que casi me había decidido a pasarme por alguna tienda a mirar nuevos modelos.
Pero tras ver el documental, pensé que, efectivamente, comprar una nueva era un despilfarro, ya que el Canon satisfacía mis necesidades de sobra y estaba casi nuevo. Así que decidí dedicarle más tiempo a la investigación on-line. Busqué qué equipos se parecían al mío, y localicé fallos similares. Y al final llegué a un vídeo de Youtube en el que un usuario muestra el problema de su equipo (no es el mismo, pero se parece):
La agradable sorpresa la encontré en los comentarios de un usuario, justo debajo del vídeo:
"Same here. Perhaps my fix will help. Take a piece of cardboard like from the back of a legal pad of paper, and force it in through the rollers as far as it will go. Turn the printer off and on to get the rollers working and then pull out the cardboard. Since doing that it feeds the paper in correctly. Hope that works for you too!"
Vamos, que el amable comentarista nos sugería meter a presión un cartón entre los rodillos, encendiendo y apagando el equipo, para terminar con el atasco de alimentación. ¡Y otros comentaristas reportaban haberlo probado y haber tenido éxito! Escéptico y dudoso de que algo así pudiera solucionar el problema ("estas cosas les funcioan a otros", "ya verás como a mí no me vale", etc.), seguí las instrucciones y... ¡Bingo! ¡Funciona perfectamente!
En fin, termino con tres consejos, que ya me he enrollado suficiente en este post:
- Mientras siga on-line, no te pierdas el documental Comprar, tirar comprar.
- Antes de comprar algo nuevo, piensa si realmente lo necesitas. Si lo necesitas, no si lo deseas. Ten en cuenta que tener cosas vintage también está de moda.
- Si se te rompe algo o deja de funcionar, utiliza internet para intentar repararlo. Hay mucho manitas suelto por ahí.