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14.11.24

Twitter (o X), ¿nos vamos o nos quedamos?

Después de que The Guardian y La Vanguardia hayan abandonado X (antes Twitter) y tras el nombramiento gubernamental de su dueño Elon Musk por parte de Trump, se ha reavivado el debate sobre el futuro de esta red social y sobre el camino a seguir por parte de sus usuarios. 

Personalmente llevo utilizando Twitter (paso de llamarla X) desde hace casi quince años; la he disfrutado mucho, muchísimo, he conocido mucha gente superinteresante y he llegado a tener una cantidad decente de seguidores (para ser un usuario particular y no profesional, que comparte contenidos sobre estudios científicos). Pero, viendo la situación actual, siento que ha llegado el momento de hacer una reflexión totalmente personal (y discutible) sobre el tema, que voy a compartir en este blog.

Para empezar, tengo que decir que desde que Musk adquirió esta red mi experiencia de usuario ha evolucionado claramente a peor. Por ejemplo, el bombardeo de anuncios de productos y servicios cutres o fraudulentos ha crecido mucho. Pero los anuncios se pueden entender y aceptar en un contexto de servicios gratuitos. Lo que peor llevo es la degradación de usuarios y contenidos de esta red, debido al aumento de los bots, el acoso y la desinformación. Musk prometió que iba a eliminar los bots pero lo cierto es que los ha convertido en el núcleo de su negocio, ha favorecido la creación y utilización masiva de granjas de bots con cuentas de pago (con check azul) que precisamente se utilizan para acosar y desinformar. Además se permiten todo tipo de barbaridades, engaños, pufos o mentiras. Si reportas una cuenta porque claramente incumple alguna de las nombras especificadas por la plataforma, actualmente los moderadores (o el algoritmo) siempre concluyen que las cuentas no incumplen las normas (sobre todo si tienen check azul). También en esa línea se han reactivado las cuentas que fueron suspendidas en el pasado por ese tipo de comportamientos. Y, para colmo, se ha modificado el algoritmo de posicionamiento y búsqueda, castigando la actividad de perfiles como el mío, que no tiene el check azul y enlaza con frecuencia información externa a Twitter, en lugar de generar interacciones internas mediante broncas, polémicas o bulos.

En resumen, antes de Musk yo utilizaba Twitter de forma cómoda y efectiva para cuatro cosas: para encontrar información de temas que me interesan, para compartir información, para intercambiar opiniones con los seguidores  y para conocer gente interesante. Actualmente no puedo hacer ninguna de las cuatro a gusto ni de forma eficaz. 

En base a todo esto, veo dos grandes razones para abandonar Twitter. La primera es que, observando que ha hecho Musk hasta ahora y las novedades políticas relacionadas con su persona, está claro que las cosas no van a cambiar demasiado. Twitter va a seguir estando plagada de bots, burradas, acoso y desinformación, por lo que cada vez tendrá más contenidos que no me gustan. De hecho, cuando pincho en la opción "Para ti" buena parte de lo que me aparece es horrible. Además, veo cómo muchas cuentas que durante los últimos tiempos han aumentado de forma exponencial su visibilidad en Twitter me generan un gran rechazo, con desinformación e incluso contenidos aborrecibles (violentos, racistas, machistas, homófobos-tránsfobos, etc.).

La segunda razón para abandonar Twitter es la necesidad de una nueva plataforma. Si queremos que haya otra que la sustituya, hay que apostar por ella y aportar actividad y contenidos. Es decir, hay que invertir tiempo y me parece complicado "alimentar", dinamizar y utilizar dos plataformas similares a la vez.

También he estado pensando en razones para quedarme en Twitter, pero la verdad es que no encuentro ninguna de peso. La que más me condiciona, la pérdida de seguidores y contacto con gente conocida, posiblemente sea mucho menos importante de lo que pareceCon frecuencia el número real de seguidores que tenemos es mucho menor del que vemos en el perfil. Una buena referencia es compararlo con el numero de visualizaciones de cada tuit, que refleja bastante mejor los seguidores reales que tenemos, porque indica cuánta gente lee lo que escribimos. ¡En mi caso las visualizaciones son entre uno y dos órdenes de menor magnitud! 




Además, quiero pensar que si a mis seguidores realmente les interesa mi cuenta, es probable que me sigan a otra plataforma similar cuando me vaya, sobre todo si esa migración ocurre de forma bastante generalizada, como parece que está ocurriendo durante los últimos días.

Otro argumento para quedarse en Twitter que he leído por ahí es que "hay que luchar, para que no se la queden los otros" (es decir, los bots, acosadores, desinformadores, etc). En esto no estoy de acuerdo, Twitter es una plataforma privada con un dueño privado, que tiene unos objetivos claros y que ha favorecido deliberadamente la presencia de un tipo concreto de usuarios y contenidos. Si sus objetivos no coinciden con los míos, no se merece ninguna "lucha" por mi parte (además no hay ninguna posibilidad de ganarla). 

Si alguien que no me gusta nada compra el bar de mi pueblo y dicho bar se llena de gente que no me gusta porque él les invita a acudir, lo mejor que puedo hacer es no volver a ese bar, sobre todo si al lado han abierto otro que sirven lo mismo y con gente que me gusta. Y especialmente si el dueño del primer bar crea un club de clientes VIP que por pagar una cuota mensual tienen reservadas las mejores mesas y derecho a insultarte y a acosarte. Porque, si lo piensas un poco, quizás en Twitter algunos simplemente seamos el "producto" de esos bots con check azul, es decir, las "víctimas" a la que acosar por las que están pagando.

En definitiva, veo razones bastante convincentes para abandonar Twitter y me faltan argumentos para mantenerme. Siendo honesto conmigo mismo, lo único que me mantiene allí es ese miedo a la pérdida de seguidores y del contacto con gente interesante. Pero los argumentos que he explicado anteriormente deberían mitigar ese miedo y convencerme para dar el salto, más pronto que tarde. 

Hace un tiempo que abrí cuentas en Mastodon y Threads, pero la alternativa que más me gusta es Bluesky, ya que es casi idéntica a Twitter hace unos años, gratuita, con buenos filtros para controlar la privacidad y, de momento, hay moderación y respeto. Llevo unos meses publicando cosas allí (mi cuenta es esta) y durante los últimos días veo que se está mudando bastante gente que me interesa seguir, lo cual puede ser el empujoncito que necesitaba. Y para no perder a nadie, he visto que hay herramientas como Sky Follower Bridge, que te permite localizar en Bluesky a todas las personas que seguías en Twitter y añadirlas a la nueva red social.

Creo que ha llegado el momento...

19.2.24

Tratamiento del dolor crónico, parte 2: Terapia de reprocesamiento del dolor y evidencia

Tras una primera parte relatando mi testimonio personal en un proceso de recuperación de dolor crónico, en esta segunda parte voy a centrarme en la terapia que probé. Se denomina Terapia de Reprocesamiento del Dolor (PRT), también la mencioné en el post anterior y creo que suscitó bastante curiosidad. Así que contaré en qué se basa, cómo se aplica y haré un pequeño repaso de la evidencia que existe (o no) respecto a este tipo de tratamientos.

Para empezar a conocer sus principios, voy a resumir (con mis palabras) las teorías en las que se fundamenta, extraídas del libro también ya citado, The Way Out (disponible en español en este enlace), escrito por el inventor de la terapia, Alan Gordon.

16.2.24

Tratamiento del dolor crónico, parte 1: relato de una recuperación

Tras haber dejado descansar el blog durante una larga temporada (pido disculpas, pero me han tenido ocupado otros proyectos personales), voy a intentar retomarlo poco a poco. Y para ello he decidido escribir un post que llevo rumiando largo tiempo; varios años, de hecho. No porque fuera especialmente complejo de escribir, sino porque era importante tener una perspectiva de largo plazo, como quedará explicitado a lo largo del post.

El caso es que durante las últimas semanas se han sumado varios acontecimientos que finalmente me han impulsado a escribir sobre el tema que se menciona en el título: el dolor crónico. Uno de ellos es este artículo sobre una iniciativa para el tratamiento del dolor "mediante educación y fisioterapia" que el Servicio Vasco de Salud está llevando a cabo:


Y otro ha sido esta reciente entrevista de Alex Fidalgo al neurólogo Arturo Goicoechea sobre el mismo tema:


Hace unos meses también se publicó este artículo en El País, entrevistando a la misma persona y hablando sobre la misma cuestión.

Pues lo dicho, voy a hablar del dolor crónico. Y en el primer post voy seguir un enfoque muy poco habitual en este blog, porque voy a centrarme en mi testimonio y en el proceso de recuperación que he vivido. 

Vamos allá: