Entre catástrofes climáticas, financieras y nucleares, a veces me vienen a la mente las montruosas catástrofes que todavía nos esperan. Me refiero a las que el universo y el espacio nos deparan. Una de ellas es ya muy conocida, la que nos brindará nuestro sol. Quien nos ha dado la vida hasta ahora, nos engullirá despiadadamente en su proceso de conversión a gigante roja. Será dentro de unos cinco mil millones de años, en este enlace tienes un interesante documental sobre el futuro de nuestra estrella (El Futuro Oscuro del Sol) y las diferentes situaciones que podrían darse.
Lo que es menos conocido es que, antes de ese momento, aproximadamente dentro de unos tres mil millones de años, la galaxia de Andrómeda, que cada hora que pasa está medio millon de kilómetros más cerca de nosotros, se revolverá con nuestra galaxia, La Vía Láctea. Y digo revolverá porque decir chocar no es muy adecuado para dos galaxias, que casi en su totalidad están formadas de espacio vacío. Pero la que se armará sera buena, por decirlo de alguna forma: Estrellas que chocan, sistemas planetarios que se desmontan por completo... un espectáculo, vamos. Puedes intentar imaginarlo con la simulación que hay al inicio de este vídeo:
Si hay que morir, al menos que sea así de espectacular, ¿no? Lástima que la escala de tiempo se estos fenómenos sea difícil de cuadrar con la nuestra.
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