En este primer episodio se habló de la pseudomedicina, a la que sus seguidores gustan de llamar medicina alternativa o complementaria. Nos ofrecieron un bonito desfile de personajes típicos: Sobadoras de pies (reflexólogas), pinchadores (acupuntores), energólogos (reiki), fabricantes de brebajes... pero la que se llevó la palma fue una tal Marina que tuvo un papel estelar (cuyo chiringuito-consulta no sé si se llama Aguamarina, por lo que se ve en el vídeo, o Centro Alma, como aparece por alguna web, ambos tienen la misma dirección y teléfono, raro raro raro...).
El caso es que esta señora es el claro ejemplo del peligro que tienen algunos terapeutas sin escrúpulos, con ideas basadas en la ignorancia. Pase que un reflexólogo te intente timar intentando solucionar una contracción muscular, pero que una iluminada de estas te diga que puede curar o prevenir el cáncer con una sarta de idioteces sin sentido, puede alejar a un enfermo de la medicina de verdad y poner en serio riesgo su salud e incluso su vida. Para que os hagáis una idea del daño que puede hacer, no tuvo ningún reparo en decir cosas como estas:
- El cáncer lo tienen personas que no han equilibrado su energía, que han estado demasiado para fuera y muy poquito para dentro. (...) Si tiene cáncer en el hígado, probablemente es una persona muy colérica. Si es en la garganta probablemente es una persona que se calla muchas cosas.
- Las manos tienen unos centro de energía muy poderosos (...) que entran dentro de las células (y curan).
- La enfermedad es por que durante muchísimo tiempo no has escuchado a tu cuerpo ni a tu corazón. Entonces te va avisando el cuerpo. Que no le haces mucho caso, pues te da. ¿Que no le quieres escuchar por las buenas? Pues por las malas.
- El agua recoge la energía de las flores (de Bach), una energía que no es medible por las máquinas que tenemos ahora. Esa actitud de autodestrucción que tienes van regulándola.
Aquí tienes el reportaje completo, muy recomendable. La susodicha sale por el minuto 13.
Por cierto, muy justitos los médicos del mañana, como llama Gámez a los estudiantes de medicina. Preocupante...
Es el segundo. El primero fue "¿Fuimos a la luna?". Muy recomendable.
ResponderEliminarBueno, el de a luna lo consideraba el piloto y este el primera. En cualquier caso tienes razón, este es el segundo.
ResponderEliminar...bueno, afortunadamente, la "susodicha" admite que "de eso no tengo ni idea", para afianzar su concepto de "misterio de la vida".
ResponderEliminarO sea que si cierro los ojos y nunca miro el balcón de mi casa (porque no quiero verlo), cuando salgo por la ventana, me convenzo de que estoy levitando... ¡Alucinante!