La Autoridad italiana Garante de la Concurrencia y del Mercado (AGCM) ha abierto una investigación a las dos empresas que en Italia comercializan y distribuyen las pulseras "Power Balance", (...) se abre para averiguar si han incurrido en una "práctica comercial incorrecta" por haber inducido a error al consumidor (...) atribuyen a sus coloridas pulseras de silicona y neopreno -que están convirtiéndose en objeto de culto del verano- efectos positivos sobre el equilibrio, la fuerza, la flexibilidad y la resistencia física de quien las lleva,
(...) las dos empresas deberán presentar en un plazo de quince días una documentación "médico-científica" sobre las propiedades y efectos beneficiosos que aseguran que tiene el producto, incluida su "instantánea eficacia en los sistemas electrónico-químicos y biológicos del individuo".
Se aceptan apuestas a que no habrá documentación que valga en los quince días de plazo... Me temo que ocurrirá como con los estudios científicos que el responsable de Power Balance España prometió hace unos meses en la Cadena Ser: Ni flores. A no ser que para hacer un estudio de chichinabo se necesite más tiempo que para construir un acelerador de partículas.
También es muy probable que junto con el "estudio" entreguen también un maletín que termine de convencer al inspector correpondiente de las ventajas de ese producto para permitir su comercialización. Y si no, tiempo al tiempo.
ResponderEliminarSaludos.
Hombre, Juan Manuel, el gobierno de Berlusconi no es precisamente de los que destaca por su transparencia, pero demos un voto de confianza a los funcionarios, ¿no ? ;-)
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