Copio-pego descaradamente los tres primeros:
1. Crea un producto cualquiera (una pomada, una pulsera, una calcamonía...) y escribe un panfleto repleto de palabros científicos concatenados. No te preocupes por dotarle de algún sentido, tu consumidor potencial es analfabeto funcional. Hay palabras que funcionan de manera mágica como energía y magnetismo; úsalas sin ningún pudor.
2. Otra opción es inventarte tu propia palabra pseudocientífica, como polinmunitas o pendorfinas. Es fundamental que el vocablo que crees tenga una cierta resonancia científica.
3. Es importante que avales tu producto con alguna coartada "natural", que nadie piense que se ha desarrollado en un oscuro laboratorio sin ventanas repleto de gente fea. Puedes afirmar, por ejemplo, que tu producto se basa en algo oriental y milenario (no vale si es sólo oriental o sólo milenario, debe ser ambas cosas). Si el rollo oriental no te va, di que se basa en algo aparentemente inocuo pero extravagante como la mucosidad vaginal de las murciélagas.
Y no te pierdas el resto... Sí, muchas risas, pero a grandes rasgos, es eso lo que hacen algunos. Y les funciona.
Por completarlo un poco,yo añadiría un par de cosas:
1. Utiliza estos "contra-argumentos" con los escépticos:
- Nadie te obliga a comprarlo.
- Hay gente que hace cosas (megaestafas, robos, incluso asesinatos) mucho peores.
- Si no está prohibido, por algo será.
- Si no podemos explicar su funcionamiento, será porque todavía la ciencia no ha llegado a ese nivel de conocimiento (haz comparaciones con científicos de hace cientos de años que fueron repudiados por la sociedad de su tiempo).
Mucha razón. Tanto estudiar, tanto investigar para que al final veas como tipos se forran vendiendo chorradas milagrosas que prometen curarlo todo.
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