No existía hasta hace poco una investigación significativa sobre el efecto de reducir la cantidad de cigarrillos que se fuman. Actualmente hay al menos dos, que además, pueden ser un buen ejemplo didáctico sobre los problemas que pueden generar la interpretación de este tipo de trabajos. Hay algunos que, a pesar de estar bien hechos y tener buenas intenciones, pueden dar lugar a resultados cuya lectura puede ser contradictoria. Veámoslos:
El primer estudio es del año 2005 (publicado en la revista JAMA), sobre la relación entre la cantidad de cigarrillos y el cáncer de pulmón (aquí completo en pdf). Pilotado por doctores/as daneses, especialistas en cardiología y medicina pulmonar y trabajadores de hospitales. Ninguna sospecha y seguro que mucha profesionalidad y buenas intenciones. Se realiza seguimiento de unas 20.000 personas durante más de 30 años. Se segmenta el grupo en fumadores severos (unos 20 cigarrillos diarios de media), "reductores" (fueron severos pero han reducido a unos 10 al día), moderados (han fumado siempre algo menos de 10 al día), ex fumadores y no fumadores. Se analiza la incidencia de cáncer pulmonar y el resumen de los resultados es el siguiente:
- En un hipotético grupo de 100 fumadores severos, 8 acabarían con cáncer de pulmón.
- Si el grupo es de "reductores", 6 llegarían a tener este tipo de cáncer.
- Si es de fumadores moderados, algo más de 3 lo padecerían.
- Si son ex fumadores estables hace tiempo, menos de 2.
- Si nunca han fumado, el grupo debería aumentarse a 200 personas para encontrar un caso de cáncer de pulmón.
Además de que el fumar está claramente relacionado con el cáncer de pulmón, la conclusión más llamativa es que si somos fumadores severos y reducimos los cigarrillos a unos 10 al día, disminuiremos un 25% el riesgo. No es demasiado, pero si significativo. Imaginemos el titular: "Reducir el tabaco a la mitad disminuye el riesgo de cáncer de pulmón un 25%". ¡Buena portada! En principio puede ser cierto, pero ¿qué implica ese resultado? ¿Realmente sirve para algo?
Analicemos un segundo estudio de 2006, publicado por la también conocida BMJ, antes de llegar a conclusiones (aquí en pdf). En este caso, se realiza un análisis mucho más amplio, considerando todos los efectos de fumar sobre la salud, incluyendo los fallecimientos debidos a todos los cánceres relacionados con el consumo de tabaco, incidencias cardiovasculares y ataques al corazón. Realizado por doctores noruegos en una muestra de unas 50.000 personas durante más de 30 años. También muy impresionante.
Pues bien, en este caso las conclusiones muestran una realidad bastante más cruda. Los fumadores severos y los "reductores" tienen el mismo riesgo de fallecer prematuramente por este tipo de enfermedades. Incluso, en el caso de las mujeres, el resultado es aún mas desalentador e incluso sorprendente: La mortalidad prematura es mayor entre "reductoras" que entre las fumadoras severas. Y el riesgo disminuye (de forma espectacular) sólo en caso de ex-fumadores y no fumadores; En concreto, si los reductores se convierten en ex-fumadores, a largo plazo su mortalidad prematura disminuye un 50%.
Es lo que tiene extrapolar datos y resultados demasiado concretos, que la posibilidad de sobre-interpretarlos es muy alta. El primer estudio es sistemático, riguroso y fiable, pero se centra en un aspecto muy específico: El contraer cáncer de pulmón. El segundo analiza lo que realmente interesa, si el reducir el número de cigarrillos reduce a su vez el daño que causa el fumar en nuestra salud y en las posibilidades de fallecer por ello.Y la conclusión es aplastante: O se deja totalmente, o no sirve para mucho.
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10.2.08
Impactos de meteoritos en La Tierra
Hace unas semanas varios medios de comunicación informaron de la detección de un meteorito de unos 50 metros que podría impactar contra Marte. La probabilidad rondaba 1/100, pequeña, pero relevante para este tipo de fenómenos. Sin embargo, según se fue conociendo con más precisión la trayectoria, las probabilidades se fueron difuminando, hasta que finalmente se supo que pasaría de largo. No podríamos observar un impacto en el planeta hermano, hecho que despierta gran interés por su proyección a lo que ocurriría en La Tierra.
El último impacto que se pudo observar relativamente cerca fue el del cometa Shoemaker Levy 9 contra Jupiter, en 1994. Aquí están las imágenes. En este caso se trataba de un cometa fragmentado en trozos con un diámetro máximo de 2 Km. Disipó una cantidad de energía tan brutal al ser"absorbido" (recordemos que es un planeta gaseoso), que generó enormes distorsiones en la coloreada superficie del planeta gigante, como puede verse en las fotografías. En caso de haber llegado a nuestro planeta habría sembrado la catástrofe.
Casi nadie se ha enterado, pero un cuerpo más bien pequeño, de tan sólo 15 metros, ha pasado hace unos días entre la luna y la tierra. Este mismo. Esta vez ha andado cerca (en términos astronómicos, unos 135.000 km), aunque también nos ha dicho adiós con la manita. Parece pequeño y lo normal es que se desintegre antes de llegar a la superficie, pero hace 100 años, en Rusia (Tunguska), un cuerpo algo más grande (unos 80 metros) explotó antes de llegar al suelo, creando una terrible onda expansiva y derribando todos los árboles de 50 km a la redonda. Si en lugar de bosque hubiera sido una ciudad, adiós muy buenas.
Sabemos que este tipo de fenómenos ocurren muy de vez en cuando. No se trata de ser catastrofista, pero ocurren y con bastante frecuencia. He encontrado estos datos orientativos en Astrored:
El último impacto que se pudo observar relativamente cerca fue el del cometa Shoemaker Levy 9 contra Jupiter, en 1994. Aquí están las imágenes. En este caso se trataba de un cometa fragmentado en trozos con un diámetro máximo de 2 Km. Disipó una cantidad de energía tan brutal al ser"absorbido" (recordemos que es un planeta gaseoso), que generó enormes distorsiones en la coloreada superficie del planeta gigante, como puede verse en las fotografías. En caso de haber llegado a nuestro planeta habría sembrado la catástrofe.
Casi nadie se ha enterado, pero un cuerpo más bien pequeño, de tan sólo 15 metros, ha pasado hace unos días entre la luna y la tierra. Este mismo. Esta vez ha andado cerca (en términos astronómicos, unos 135.000 km), aunque también nos ha dicho adiós con la manita. Parece pequeño y lo normal es que se desintegre antes de llegar a la superficie, pero hace 100 años, en Rusia (Tunguska), un cuerpo algo más grande (unos 80 metros) explotó antes de llegar al suelo, creando una terrible onda expansiva y derribando todos los árboles de 50 km a la redonda. Si en lugar de bosque hubiera sido una ciudad, adiós muy buenas.
Sabemos que este tipo de fenómenos ocurren muy de vez en cuando. No se trata de ser catastrofista, pero ocurren y con bastante frecuencia. He encontrado estos datos orientativos en Astrored:
- De menos de 50 metros (suelen desintegrase en la atmósfera): Uno al año
- De unos 75 metros (cráteres como el de Arizona o explosiones como la de Tunguska): Cada 1000 años
- De unos 150 metros (Acabarían con una gran ciudad): cada 5000 años
- De unos 700 metros (destruyen un área del tamaño de un estado mediano): Cada 60.000 años.
- De unos 1700 metros (destruirían un estado del tamaño de Francia): Cada 250.000 años.
6.2.08
Ciclo de plagas misterioso
Esta vez voy a hacer un copia-pega brutal. Porque el artículo es perfecto, tal cual. Eso sí, diciendo el origen, el excelente blog Fogonazos, al cual he enlazado en varias ocasiones.
Al turrón:
Durante miles de años, la evolución ha llegado a soluciones tan sofisticadas que a veces sorprende a los propios científicos. El fenómeno de las plagas de cigarras, por ejemplo, ha intrigado largamente a los biólogos al producirse alternativamente cada 13 ó 17 años con una regularidad infalible.
Tal y como explica Richard Dawkins en "El Relojero Ciego", la posible explicación a estos ciclos vitales tan extraños está en la naturaleza de los números 13 y 17. "La única sugerencia que ha aportado alguien sobre lo que hay de especial en el 13 y el 17, - explica Dawkins - es que son números primos. Un número primo es un número que no es divisible por ningún otro. La idea es que una especie de animales que irrumpe regularmente en forma de plagas se beneficia “abrumando” y haciendo morir de hambre alternativamente a sus enemigos, depredadores y parásitos. Si estas plagas están cronometradas para tener lugar en ciclos que duran un número primo de años, dificultan a sus enemigos la sincronización de sus propios ciclos vitales. Si las cigarras irrumpiesen cada 14 años, por ejemplo, esto podría ser utilizado por una especie de parásitos con un ciclo vital de siete años”.
De esta forma, la cigarra ha terminado por deshacerse de las amenazas por pura lógica matemática.
Alucinante.
Al turrón:
Durante miles de años, la evolución ha llegado a soluciones tan sofisticadas que a veces sorprende a los propios científicos. El fenómeno de las plagas de cigarras, por ejemplo, ha intrigado largamente a los biólogos al producirse alternativamente cada 13 ó 17 años con una regularidad infalible.
Tal y como explica Richard Dawkins en "El Relojero Ciego", la posible explicación a estos ciclos vitales tan extraños está en la naturaleza de los números 13 y 17. "La única sugerencia que ha aportado alguien sobre lo que hay de especial en el 13 y el 17, - explica Dawkins - es que son números primos. Un número primo es un número que no es divisible por ningún otro. La idea es que una especie de animales que irrumpe regularmente en forma de plagas se beneficia “abrumando” y haciendo morir de hambre alternativamente a sus enemigos, depredadores y parásitos. Si estas plagas están cronometradas para tener lugar en ciclos que duran un número primo de años, dificultan a sus enemigos la sincronización de sus propios ciclos vitales. Si las cigarras irrumpiesen cada 14 años, por ejemplo, esto podría ser utilizado por una especie de parásitos con un ciclo vital de siete años”.
De esta forma, la cigarra ha terminado por deshacerse de las amenazas por pura lógica matemática.
Alucinante.