Agujeros en Marte, nuevo misterio

A finales del pasado mes de mayo el satélite-telescopio que está orbitando Marte Mars Reconnaissance Orbiter hizo la siguiente foto (click para ampliar):


Una foto como otras muchas de la superficie del planeta rojo, excepto por una cosa: El punto oscuro que aparece aproximadamente en el centro. Y no es un defecto de la foto, ni ningún objeto extraño, sino un agujero. Un simple y redondísimo agujero de unos 100 metros de diámetro (algo más que un campo de futbol). Similar a los que mostraron en unas conferencias científicos de la Universidad de Arizona tan sólo un par de meses antes, tambien identificados en Marte mediante The Mars Odyssey Thermal Emission Imaging System-THEMIS (click para ampliar) :


Puedes bajarte el documento pdf con el extracto de su conferencia en este enlace (en inglés, como no).

Hay un par de cosas que llamaban la atención en estos agujeros: Su forma tan redonda y su negrura. Así que los chicos del Mars Reconnaissance Orbiter apuntaron al agujero su cámara de mayor resolución, la HiRISE, con la intención de vislumbrar algo en su interior. El espectacular resultado fue este:

Vamos, como el sobaco de un grillo. Nada de nada. Así que los agujeros deben ser muy profundos.

Misterios aparte, se baraja que probablemente sean entradas a enormes cuevas subterráneas creadas por derrumbamiento del suelo. Y lo interesante del tema es que, según los autores, las cuevas podrían ser el único lugar en el que se pueda mantenerse la vida (si es que ha existido alguna vez) o algún rastro de la misma, ya que la superficie marciana es bombardeada constantemente por radiación ultravioleta, llamaradas solares, micrometeoritos y partículas de alta energía. Esta falta de protección se debe a la baja densidad de su atmósfera (menor del 1% de la terrestre) y a la carencia de campo magnético. Otra interesante posibilidad es que puedan contener reservorios de agua, fundamental para la vida.

Espero que incluyan alguna de estas cuevas en futuras misiones, quien sabe lo que pueden encontrar dentro. Y en el peor de los casos, si no hay nada, siempre podremos utilizarlos en un futuro lejano como espacios colonizables por el ser humano, seguro que son más acogedores que esa abrasada superficie.