Que un pollo decapitado aguante unos instantes corriendo antes de morir debe ser bastante habitual; Lo que no es habitual es que el pollo en cuestión aguante... ¡18 meses vivo! Espera, ya sé que piensas que es un bulo de esos interneteros, pero parece que en este caso es cierto. Fruita se llama el pueblucho y Mike el alado protagonista.
Un corte impreciso dejando las arterias clave indemnes y un trozo de cerebro, y una práctica visión del negocio que podía ser el exponer un fenómeno tal, lo hicieron realidad. Bastó con alimentarlo con una pipeta por el conducto que quedó. Puedes conocer toda la historia en este artículo de El Mundo.
puede que sea esto a lo que llaman "un golpe de suerte". GENIAL
ResponderEliminarPara el pollo, no tan genial. Lástima da sólo de verlo.
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