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1.6.21

Las cuatro leyes fundamentales de la política


Supongo que la mayoría conoce las famosas tres leyes de la robótica del gran Isaac Asimov:

  1. Un robot no hará daño a un ser humano ni, por inacción, permitirá que un ser humano sufra daño.
  2. Un robot debe cumplir las órdenes dadas por los seres humanos, a excepción de aquellas que entren en conflicto con la primera ley.
  3. Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o con la segunda ley

En las novelas de Asimov estas tres leyes formaban parte de la programación básica de los robots, de forma que no pudieran "liarla parda", sobre todo en circunstancias complejas. 

Su aplicación dio lugar a interesantes situaciones en dichas novelas, y también ha generado entretenidos debates sobre la necesidad de su actualización y ampliación. Pero lo cierto es que, como todo lo que hacia Asimov, estaban bien pensadas. Con sólo tres instrucciones se conseguían decisiones acertadas en la mayoría de las circunstancias.

El otro día, recordando todo esto, se me ocurrió la siguiente pregunta: 

¿Cómo podrían ser unas reglas  similares, pero para los políticos? Que puedan servir como principios básicos y como guía a la hora de tomar decisiones mientras se ejerce esta profesión. Pocas pero potentes, dándoles también cierto orden de prioridad. Y que también sean útiles para evaluar a los políticos, viendo si sus comportamientos se ajustan a estas reglas.

Pues bien, se me han ocurrido estas cuatro:

Un político...

  1. Cumple escrupulosamente las leyes.
  2. Trabaja por maximizar la calidad de vida de todos los ciudadanos de su país.
  3. Favorece la convivencia y la concordia, tanto internamente como con otros países.
  4. Gestiona los recursos de forma sostenible y sin comprometerlos para el futuro.

La idea sería intentar cumplirlas todas y si no queda más remedio que priorizar, hacerlo según su posición en la lista. Sé que puede ser controvertido y generar situaciones complicadas, pero ahí está "la gracia" de la reflexión.

¿Las cumplen nuestros políticos favoritos?

Son bienvenidas opiniones y sugerencias en los comentarios...

6 comentarios:

  1. La dos no esta completamente bien definida, no esta claro si se puede estropear la calidad de vida de alguno a base de incrementar la calidad de vida promedio.

    No hay ninguna sobre la supervivencia del propio politico.

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  2. Veo serios problemas.
    -Lo legal no es siempre lo correcto.
    - Habría que definir calidad de vida. La dicotomía seguridad vs libertad siempre termina produciendo monstruos.
    - A veces la convivencia pasa por neutralizar una amenaza. Y siempre, siempre, hay que recordar que los principios no se negocian, o se abre la puerta a la normalización de la crueldad (fascismos y purgas ideológicas).

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  3. En la primera regla ya veo peros: primero hay que conocer las leyes para poder cumplirlas, cosa de la que dudo seriamente, porque me parece que tenemos mucho aficionado.

    Luego, comentando lo que dice Pablo, y absolutamente de acuerdo con él: no es lo mismo legal que legítimo. Y hay principios básicos que son innegociables, por mucha mayoría que los respalde.

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  4. Hola Centinel
    Apliquemos estas leyes robóticas a todos los humanos, no solo a los políticos.


    Tres leyes de los Humanos:
    1.- Un humano no hará daño a otro humano o por inacción permitirá que un humano sufra daño.
    2.- Un humano sólo obedecerá las leyes a las que se ha comprometido, excepto que estas órdenes estén en conflicto con 1.-.
    3.- Un humano debe proteger su propia existencia en la medida que está Proteccion no entre en conflicto con 1.- y 2.-.

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  5. De cuatro comentarios, dos de ellos poniendo pegas al cumplimiento de la ley por parte de los políticos. Así nos va.

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    Respuestas
    1. Me doy por aludida, y o bien no me he expresado bien o no me has entendido.
      Intento aclarar.
      - las leyes están para cumplirlas. Y hay que conocerlas, si no, cómo la vas a cumplir.
      - las leyes no pueden estar por encima de unos principios básicos. Por ejemplo, una mayoría, incluso aplastante, puede dictar y aprobar una ley que diga que hay que matar a las personas mayores de 80 años. Por mucha mayoría de gente que pensase así esta ley aplastaría un principio fundamental, con lo que podría ser legal, pero nunca legítima.

      Otra cosa, y creo quw es a lo que te refieres, es que existan leyes y que las cumplo o no, arbitrariamente, según me convengan. Y con esto, al menos yo, no estoy de acuerdo.

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